Pintor holandés, (1853-1890) vivió en Francia. Hijo de un pastor, criado en una atmósfera religiosa y refinada. Vincent van Gogh era muy emocional y no tenía confianza en sí mismo. Alrededor de 1880, se decidió por ser artista, desde entonces estuvo en contacto con el movimiento impresionista.
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Armando Raverón | Producción por etapas
Solía ser inquieto, la originalidad de su obra hizo que se mantuviera aislado con su obra y su arte. A pesar de todo, su formación fue de excelencia en Bruselas, Amberes, y París. Durante su breve carrera vendió solamente una pintura. Las mejores obras de Van Gogh fueron producidas en menos de tres años.
La fusión de su obra es inimitable, en su forma y contenido: poderosa, dramática, rítmica, imaginativa y emocional. El artista estaba absorto completamente en el esfuerzo para explicar su lucha entre su locura y la comprensión de la esencia espiritual del hombre y la naturaleza. Fue original y utilizó el color de manera distinta, caracterizando a su trabajo por la utilización de vigorosas pinceladas, el manejo de una materia cromática densa con colores aplicados a menudo en estado puro. La pincelada era lo primordial en su obra, eran tan vertiginosas que en algunas ocasiones se ve el mango del pincel, y se observa una técnica absolutamente libre. El paisaje, su tema preferido, se ve representado en los campos y pueblos del lugar donde residía, tanto que constituyen interpretaciones subjetivas de Van Gogh, siendo el artista más influyente del siglo.
Un hito importante en su vida fue cuando decidió ir al sur de Arles. Desde allá, su vida vida empezó a alternar entre ataques de locura y lucidez. Fue enviado al manicomio en Saint-Rémy para su tratamiento. Al tiempo, sintiéndose mejor se fue a vivir a Auvers-sur-Oise, pueblo rural donde se juntó una comuna de pintores impresionistas y bajo el ojo atento de Doctor Gachet.
Tenía una visión tan dramática de su vida, que llegó a suicidarse. Se disparó a sí mismo por el bien de todo.