El conocido compositor chileno, Miguel Farías, estrenó el día de ayer en el Municipal de Santiago un Nocturno que fue la antesala de la 7° sinfonía de Gustav Mahler. El concierto fue dirigido por Paolo Bortolameolli.
Los asistentes al Municipal de Santiago se encontraban expectantes, el conocido director músical chileno, que actualmente es director asistente de la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles, se presentaba nuevamente en el país, esta vez para presentar el estreno de Farías y la compleja sinfonía de Mahler.
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Paolo Bortolameolli sale a escena y extrañamente tiene un micrófono en la mano, con él se dirige al público para explicar la obra de Mahler. Para explicar en qué forma este post-romántico se encuentra en un periodo de transición musical que es absolutamente comprensible gracias a la 7° sinfonía, la cual usualmente es considerada como la «menos mahleriana de todas». Sin embargo, en palabras de Bortolameolli, entraría a ser justamente la más mahleriana por el hecho de que explica esta transición histórica en el mundo de la composición entre el post-romanticismo y lo que se compondrá posteriormente, en siglo XX.
La dirección de Paolo, en palabra de diversos compositores chilenos que asistieron a la función, «fue impecable. Se destacó su energía e ímpetu como director». Y definitivamente se nota la experiencia de alguien que ha dirigido más de una vez esta sinfonía.
Por otro lado, el Nocturno de Miguel Farías fue un acierto como antesala para la obra de Mahler, de manera tal que se generó un programa cerrado y coherente. Esta obra, cercana a lo presentado por el compositor chileno en 2018 con el Cristo de Elqui, fue nuevamente un acierto en relación al público al que está dirigida, sin dejar de ser una propositiva y de recoger consecuentemente el espíritu mahleriano.
Esta composición no se aproxima al concepto tradicional que conocemos de los Nocturnos de Chopin, sino no que se basa en la noche callejera, de las músicas que se escuchan en la calle, de la bohemia, de las noches latinoamericanas, así como es la bohemia austriaca para Mahler. Esto, sumado al virtuosismo de la orquestación, rica en colores, logra coexistir con melodías de profundo lirismo.
La relación entre la composición de Farías y la obra de Mahler, se basa en los elementos propuestos por el compositor germano en su 7° sinfonía, pero proponiendo un giro y una relectura de estos, desde la mirada latinoamericana, y desde la individualidad del compositor nacional.