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La piedra oscura toma su nombre de la última obra inconclusa de Federico García Lorca. La pieza teatral comienza en la guerra civil española un tiempo después del asesinato del escritor, y tiene por protagonista al republicano Rafael, quien poco a poco revela su lazo de amor con el dramaturgo y poeta. El drama que se presenta en Ictus estremeció al público en su función de estreno.

“Ayúdame, para que puedas mirar a tus hijos a la cara y les puedas decir yo salvé el libro que lees en el colegio”

Rafael (Felipe Zambrano) despierta herido. A su lado un soldado que no le dirige la mirada, su camilla está en una sala azul, sencilla, con un pequeña ventana. Es un hospital enemigo y Rafael es ahora un prisionero de las tropas franquistas. La guerra civil española se perfila como un infierno sin fin. Diego Madrigal da vida a Sebastián, el joven soldado que se niega incluso a decirle su nombre a Rafael. Órdenes son órdenes. García Lorca (Cristián Álamos) se pasea entonando su poesía musicalizada. Hay una deuda de amor pendiente y Rafael no va enfrentar la muerte sin cumplir su promesa.

Cuando el soldado Sebastián se niega a escuchar al prisionero comienza una proyección de García Lorca. A un lado del escenario el mismo autor de Bodas de sangre escribe, mientras que en vivo se proyecta su imagen multiplicada, superpuesta, desorientada, pérdida. Cállate o te disparo, dice el joven que sostiene el rifle. Cállate, por favor.

“En La piedra oscura existe la necesidad de salvar creaciones artísticas. Que sí, tienen una orientación política, pero antes de eso son arte”

Rafael Rodríguez Rapún, es republicano, estudió ingeniería pero es trabajando en un teatro que conoce a Federico García Lorca. Esta última historia de amor invisibilizada por el bando franquista, es rescatada por  la investigación del laureado dramaturgo español Alberto Conejero. La pieza tiene motivos que recuerdan El beso de la mujer araña, del argentino Manuel Puig. La prisión política, la comprensión que se genera entre ambos prisioneros (en este caso preso y gendarme). Sin embargo las direcciones a las que apuntan los conflictos de ambas obras difieren. En la ficción de Puig la petición que realiza el recluso tiene una orientación política. En La piedra oscura existe la necesidad de salvar creaciones artísticas. Que sí, tienen una orientación política, pero antes de eso son arte, creaciones que el mundo perderá si los republicanos son derrotados o si Rafael muere. Obras que desaparecerán como el mismo Lorca.

Nadie puede desaparecer completamente

“¿Quién podría matar a un poeta? ¿Quién podría matar a Federico García Lorca?” pregunta Rafael. El cuestionamiento remece la memoria chilena, sacudida hace poco por las revelaciones periodísticas que apuntan a un asesinato del premio Nobel de Literatura Pablo Neruda. En ediciones recientes de Confieso que he vivido a cargo de Seix Barral se da cuenta de que Neruda sabía de la relación de Lorca y Rafael “Poco a poco me fui dando cuenta de que era este muchacho el persistente amor de Federico, su último amor. Se llamaba Rafel Rapún. Era de origen obrero”.

“Porque por ti pintan de azul los hospitales

y crecen las escuelas y los barrios marítimos,

y se pueblan de plumas los ángeles heridos”

Oda a Federico García Lorca, Neruda (fragmento)

“Federico no se puede ir del teatro” dice la directora Macarena Baeza en un ensayo abierto al público, previo al estreno. Para ella la historia de Rafael y Lorca es “una historia de amor imposible”, que sin embargo tiene una intensidad que sobrevive a las décadas que han transcurrido desde el asesinato de Lorca. La fama de poeta del vate español es relegada por su faceta ligada a las tablas. Antes de su desaparición le encargó a Rafael cuidar su obras, y él “no es un ideólogo, le tocó estar ahí” según señala Baeza. Pero el amor es razón más fuerte que cualquier ideología, y Rafael insiste.

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“Nadie puede desaparecer completamente”, dice Rafael, en otro desesperado intento de que Sebastián lo escuche, lo ayude, de que salve su alma que se apaga ante el remordimiento de haberse separado de Federico. Si no se hubieran separado Federico no hubiera ido a Granada. Federico estaría vivo. Rafael está herido, provisto solo de sus recuerdos y su amor intenta convencer al soldado. Su destino trágico humedece la mirada del poeta que permanece en el borde del escenario, cantando acompañado de la guitarra de Manuela Reyes. Son composiciones basadas en versos de Lorca. “La aurora nos unió sobre la cama”, entonan.

“La aurora nos unió sobre la cama,

las bocas puestas sobre el chorro

helado

de una sangre sin fin que se derrama

Y el sol entró por el balcón cerrado

y el coral de la vida abrió su rama

sobre mi corazón amortajado.”

-Noche del amor insome (fragmento), García Lorca

Al finalizar la función del estreno, cuando se apagan las luces se produce un momento de silencio antes de que comience el aplauso, pero ese silencio es interrumpido por gente que intenta contener su llanto. Mucha gente terminó conmovida con la presentación y el aplauso fue amplio y abundante en vítores. Las funciones de La piedra oscura están programadas para viernes y sábados en sala La Comedia de teatro Ictus hasta el 1 de junio.

Coordenadas La piedra oscura
3 de mayo al 1 de junio
Viernes y sábado, 19.30 hrs
$8000 general, $4.000 estudiantes y adultos mayores
Sala La Comedia Teatro Ictus
Merced 349, Barrio Lastarria.

Ficha artística

Dramaturgia: Alberto Conejero

Dirección: Macarena Baeza de la Fuente

Intérpretes: Felipe Zambrano, Diego Madrigal y Cristián Álamos
diseño escenografía y vestuario: Mario Costa

Canciones: Manuela Reyes