Loop, de Aluan Argüelles en el MAO
Con un inocente anglicismo, Aluan Argüelles titula la muestra que exhibe actualmente en el Museo Alejandro Otero de Caracas: Loop. Una exposición que recoge distintas producciones del artista, y que vistas en conjunto, se transforman en una sola instalación. El álgido contexto venezolano alrededor de esta, le otorga un fuerte carácter Site Specific que potencia su sólido y, de por sí, contundente mensaje.
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Las diatribas políticas, inseguridad y debacles económicas, son algunas de las causas que motivan a ciudadanos de a pie a tomar medidas extremas. Tan extremas como abandonar su lugar de origen, su puerto seguro, familia, idioma, tradiciones, cultura. Aunque la obra de Aluan responde a su contexto, su lenguaje adquiere tintes universales, dada la complejidad y convulsión de la realidad global. Historias que se repiten constantemente; son distintas latitudes, características, y geografía, pero es el mismo drama. Un drama que vuelve como un loop, como un bucle. Decisiones desesperadas obligan a personas a buscar refugio en otras realidades, sin saber a ciencia cierta que deparará el futuro.
Atlas, Ideas Peligrosas, La primera noche, Un día de Agosto, Nuevo Mundo… son títulos de algunas de las series que Argüelles expone en Loop. Desde la pintura tradicional y telas intervenidas con humo, a prácticas más experimentales como la instalación, el ready made, el video y el libro-arte, este le da cuerpo a su propuesta recurriendo a tres elementos esenciales: El mar, la palabra (o su ausencia) e identidades anónimas, son una constante que le da coherencia a la muestra, aportándole una interesante riqueza simbólica y polisémica.
Sobre pequeñas montañas de arena se disponen distintos elementos. Entre ellos, una botella de agua, medio llena o medio vacía, pretende pasar desapercibida. Este pequeño objeto que parece estar allí, producto del azar, puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte del aventurero, quien pudiera perecer deshidratado en el transcurso de los días y noches a la deriva, sobre una balsa en el mar abierto. Estas noches que se convierten en centenares de páginas en blanco, manchadas por el agua del mar; sólo pequeños versos nos advierten de lo que pudo pasar. Las demás palabras se dibujaron en la arena, pero la mar salada con sus olas las quiso borrar. Las desapareció, como desaparecieron aquellos que no tuvieron fortuna en cruzar a la otra orilla, e intuimos sus nombres impresos con tinta invisible sobre el oscuro mar. Intentaron buscar un mundo nuevo, pero no lo pudieron vislumbrar, no tenían como iluminar el camino. Así pasa en Cuba, así pasa en otros lugares del mundo. A Venezuela llegó el bucle, quizás no tanto en el mar, quizás más por carretera, loop has arrived.