“Esta exhibición tiene alma”, sostiene Guillermo Quitana, curador de la muestra The Art of Banksy Without Limits, una exposición tributo al artista urbano Banksy que se inauguró el 25 de mayo en el Centro GAM y que podrá ser visitada hasta el 31 de julio.
Con más de 160 obras de Banksy que reúnen originales certificados, grabados, esculturas, fotografías, litografías, murales e instalaciones de video, la exhibición nos sumerge en la obra de uno de los artistas contemporáneos más conocidos a nivel mundial, y que a pesar de no conocerse su identidad en los más de 20 años que lleva activo en el mundo del arte, hoy en día su aguda crítica social mezclada con humor es admirada y comprendida por espectadores de todo el mundo. En Arte Al Límite, entrevistamos en exclusiva a Guillermo Quintana, curador de esta muestra que le rinde homenaje al controvertido artista que sigue emergiendo en los debates culturales de nuestro tiempo.
¿Qué conocías de Banksy antes de ser curador de esta muestra?
Banky es realmente un referente del arte contemporáneo. Es algo que a la gente le ha costado entender, pero Banksy ya no es solamente un street artist, ya no es sólo eso, es un artista contemporáneo y se hablará de él a lo largo del camino del mundo del arte. Además, es un artista que está vivo, que sigue en este juego de matar el ego, escondiendo a la persona, y haciendo vivir más el personaje. Entonces yo creo que finalmente tanto para el mundo del street art como para el circuito del arte contemporáneo, Banksy nos ha influenciado sí o sí a todos en algún sentido.
¿Cómo crees que se logra trabajar en nombre de un artista del que no se conoce su identidad?
Es que no necesitas conocer su identidad. Y eso es lo más bonito de Banksy. Al final no nos importa si usa Adidas o Nike, si usa tal o cual auto, lo que a nosotros siempre nos va a importar es su mensaje y lo que está alrededor del mensaje. Algo muy interesante, y que tal vez la gente no analiza mucho, es que nosotros somos Banksy de alguna manera. Él llega, pinta en algún lugar, pero no lo pone en ninguna red social, y el primer día, la gente empieza a sacar fotos y se comienza a viralizar gracias a ella. Gracias a la gente, al segundo día, el mural sale en todas las noticias, “¿es esto un Banksy?, ¿no será un Banksy?”. Y al tercer día, Banksy sube una foto a Instagram y dice, “ah sí, pinté esto el otro día.” Entonces, somos nosotros los que queremos que el mensaje se propague, nosotros somos Banksy en ese sentido.
Desde las prácticas curatoriales se recalca mucho la importancia que tiene el diálogo entre curador y artista al momento de realizar una muestra. Con Banksy esto no es posible, entonces, ¿cuál fue para ti el mayor desafío?
Lo que pasa es que no necesitas conocerlo, el diálogo está implícito en la obra. Eso es lo maravilloso de Banksy, y no importa si vienes de Chile, Australia, Senegal, México, Alemania. Vas a entender el trabajo. No es como trabajar con un artista que pinta abstracto, con un artista que hace retratos, es diferente. Todos los trabajos de Banksy son muy puntuales, no necesitas una explicación porque lo tienes enfrente de ti, es muy puntual su manera de hablar las cosas.
Yo siempre creo que los curadores somos arquitectos de puentes. Nosotros tenemos que construir un puente entre el espectador y el artista. La idea es que los dos crucen el puente, se encuentren a la mitad, tengan un diálogo y después cada uno se vaya a su lado. Eso es lo que el trabajo del curador realmente hace, desde mi punto de vista. Entonces, en esta situación, lo complicado para mí es seleccionar qué obras van a estar o no van a estar, y de qué formas las voy a colocar. Yo cuento muchos chistes, regularmente la gente no lo sabe, pero yo cuento muchísimos chistes a la hora de colgar, pongo un cuadro aquí que está reflejándose acá y hay como una comunicación entre ellos.
Por otro lado, en cada lugar es distinto. Nosotros no hacemos exhibiciones de copy paste, odio el copy paste, y creo que sería una falta de respeto a Banksy hacer exposiciones copy paste. Entonces, venir aquí, entender la situación, entender el país y a las personas, y cómo les vas a hablar, es muy importante.
Para este espectador que es mundial, ¿cuál crees que es el mayor aporte de Banksy para el mundo del arte contemporáneo?
Yo creo que, para todo el mundo, tanto para el gremio del arte, como para el espectador y el público en general, Banksy demuestra cómo sí puedes matar el ego. Hay una frase de él que me gusta mucho, que dice: “Andy Warhol se equivocó en una pura cosa y nada más. Sí, todo el mundo tiene sus 15 minutos de fama, pero en estos tiempos eso no es lo más importante. La privacidad es lo más importante”. Banksy puede ir al supermercado y no le dirán absolutamente nada. Puede irse de vacaciones con su familia y nadie le dirá absolutamente nada.
Matar el ego, matar esa fama y el que reconozcan quién eres, allí está el mensaje de Banksy y seguimos con ese mensaje. Es una lección muy fuerte para todos los artistas.
Banksy juega con el gremio del arte, juega con el mundo del arte en el que se venden piezas carísimas y de repente él aparece, hace una performance donde pone a un señor vendiendo obras, vende 6 cuadros, que cuestan cada uno alrededor de 45 dólares y, al día siguiente, cuando se dice que son originales Banksy, resulta que la suma era de 125 mil dólares. Entonces, él mismo juega con el mercado, enseña que todo es juego, que el dinero es un juego. Y esa manera de ver la vida, en lo personal, más allá de ser el curador, me encanta, que rompa el sistema de manera tan irónica me fascina.
Se suele decir que la obra de Banksy tiene dimensiones irónicas, controversiales, irreverentes, etc. Fuera de estos adjetivos, ¿cómo definirías el estilo de Banksy?
Es totalmente humor inglés, no hay forma de verlo sin el humor negro. También recordemos una cosa. Cada vez que él piensa hacer una pieza nueva, tiene que ir a buscar a Blek le Rat y ver si no lo hizo él. Él es el padre del stencil, antes de que Banky se posicionara en el mundo del arte, hay un artista francés que se llama Blek le Rat. Él ha trabajado con el stencil de una manera impresionante también. La diferencia de él es que, como francés, es muy limpio, muy educado en la manera de producir la obra, a diferencia de Banksy, que le da exactamente igual y busca la ironía, busca el lugar más incómodo para poner el trabajo. Intervenir estatuas, poner las obras en lugares altos, siempre busca eso.
Banksy es sarcástico, irónico, es inglés. Cuando ves Monthy Python’s entiendes mucho la forma en la que él habla. Me queda claro que Monthy Python’s fue algo que él vio durante su infancia o adolescencia. Y claro, se me hace totalmente sarcástico, irónico, un humor muy negro. Lo interesante de esto es que las cosas más difíciles siempre se hablan desde el humor, el stand-up comedy, por ejemplo, hace eso, se burla de puntos muy fuertes.
¿Qué mensaje quieres transmitir a la audiencia de The Art of Banksy?
Quiero que se entienda que yo no hago exhibiciones para TikTok o para Instagram. Yo hago exhibiciones en las que me encantaría que guardaran su teléfono y entraran a disfrutarla, porque desde antes de entrar yo ya te estoy tomando en mis manos y te llevaré por un camino y un recorrido que tengo planificado en mi cabeza, para que tú disfrutes la experiencia. Yo siempre le digo a todos que me gusta que la gente entre como si fueran niños, sin expectativas, simplemente con ganas de asombrarse y aprender. Y dentro de este aprendizaje para mí es muy importante que la gente se quite dos mitos. El primero, que Banksy pinta sólo en paredes, que no es cierto. Él hace prints, hace serigrafías, pinta al óleo, hace esculturas. Hay una gran gama de cosas que hace como el artista que es. Todo el mundo dice que el arte de la calle se tiene que quedar en la calle, y sí, nosotros no traemos un muro de la calle y lo metemos aquí, nunca lo voy a hacer. Yo pinto en la calle también, hago tag, lo que está en calle es para la calle, ahí se queda, pero para esta muestra sí tenemos una basta colección entre las réplicas y las originales para que puedas observar todo el trabajo que él hace.
Lo segundo, que se quiten ese mito de que si los artistas venden su trabajo, vengan de calle, vengan de donde venga, significa que ellos mismos se están vendiendo. No, es un talento que tienen, es como cualquier profesionista. Todos los artistas que hoy en día hacen calle son artistas contemporáneos. La academia no les quiere llamar muralistas porque no salieron de allí, pero son muralistas contemporáneos, representan la nueva oleada de murales contemporáneos que ya tiene como 6 o 7 años, y que está siendo un boom alrededor del mundo.
Finalmente, me interesa que se entienda que esto es una experiencia. Esta exhibición tiene alma, y lo que viene la gente a ver aquí es una experiencia. Es una inmersión total dentro del mundo de Banksy. Y a mí no me importa cómo entra la gente, me importa cómo sale la gente, si alguna de las 160 obras que les estamos mostrando les hace un click.
Por último, ¿has visto murales de Banksy en vivo?
Murales, sí. En Londres. Fue de casualidad, iba caminando y me quedé absorto. Eso fue suerte, la verdad, porque la calle es dura, en la calle pintas algo y en el momento en que lo acabaste de pintar tienes que sacar la foto, porque en cualquier momento caminas y ya alguien llegó y te puso un tag, llegó alguien y le puso cualquier cosa ahí. Y esa es la ley de la calle, es así, tiene que ser así. Y si no entiendes la regla de la calle, entonces no juegas. En ese sentido, Banksy sabe jugar.
Entradas disponibles en https://gam.cl/exposiciones/banksy/
Instagram @theartofbanksy_chile