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Poco se sabe de la nueva generación de compositores que se gesta en el país, mujeres y hombres que se inspiran y desarrollan el futuro de la música que se crea en Chile. Arte Al Límite se puso en contacto con los nombres más destacados del último tiempo, para dar cuenta de su visión de la composición musical y del estado del arte. Hoy presentamos la primera parte de estas entrevistas, donde los compositores Ignacio Salvo (23), Manuel Bustamante (25) y Camilo Roca (24) se refieren al rol de las mujeres en la música, la competitividad en el medio y los trabajos que les han dado renombre.

¿Cómo llega a la composición?

Ignacio Salvo: En un comienzo la composición era básicamente como un juego de niño, porque tenía 5 años pero igual intentaba hacer muchas cosas desde muy pequeño. Me acuerdo que me gustaba hacer obras orquestales, trataba de replicar eso, con pésimos resultados, pero al menos trataba de hacerlo. Todo funcionaba como una especie de juego de niños, después dibujaba o jugaba a la pelota con mis amigos. Mi mamá, que ha sido la que siempre me ha apoyado, siempre acierta en mis logros artísticos y siempre lo tomó en serio, decía que yo tenía que ser compositor y llegar a un conservatorio y que me iba a funcionar muy bien. Como a los 12 o 13 años me contacté por Facebook con un par de compositores extranjeros, un argentino y un turco que revisaron mi música, me enseñaron algunas cosas, tips y me aconsejaron, me dieron la confianza al decir «tienes que dedicarte a la composición seriamente». Hacía muchas cosas, ya tenía conciertos para solistas, sinfonías, intentos de óperas, antes de entrar al conservatorio tendría unas 500 o 600 obras de toda la vida, entré al conservatorio de la Universidad de Chile y ahí pasé unos 5 años hasta que me salí, actualmente estoy estudiando sicología, que es otro de mis grandes intereses.

Manuel Bustamante: Empecé en la composición a temprana edad, alrededor de los 13 o 14 años. Recuerdo que componía canciones con mi guitarra, instrumento que me acompaña hasta el día de hoy. Eran canciones muy «inocentes», claro, recién comenzaba a incursionar en este mundo y con un par de acordes que conocía me sentía pleno para hacer mi propia música. Con mis amigos más cercanos de colegio siempre estuvimos vinculados a la música, tocábamos en los recreos, perseguíamos a nuestro profesor de música para pedirle las llaves de la sala y tocar. Eran buenísimos tiempos. Luego, a los 18 años, cuando decidí entrar a estudiar composición musical en la Pontificia Universidad Católica (PUC), descubrí otro mundo. Descubrí música que en primera instancia me chocaba mucho, pero en el proceso fui familiarizándome y abriéndome a lo que es la música contemporánea. Conocí más música, más compositores, diversas estéticas, entre otras cosas. Desde ese entonces me he dedicado a la composición de música «docta» y además, actualmente trabajo en un proyecto de música popular, vinculado a la música rock. Honestamente, no tengo claro el porque decidí ser compositor, además del obvio placer y pasión por la música. Simplemente siento esa necesidad de expresarme, de decir, de plasmar mi sentir y mi opinión, de representar, de resistir, de «llenar» ese espacio que va quedando vacío entre el término de una creación y el comienzo de otra. Siempre he pensado que los creadores, en el arte en general, nunca nos conformamos con lo existente, necesitamos crear, necesitamos liberar algo de nosotros en el exterior.

Camilo Roca: Empecé como contrabajista de música popular y Jazz, y decidí especializarme en composición (PUC), en gran medida porque sentía fascinación por la idea de la música escrita. Mis padres son del medio artístico: mi papá es músico y mi mamá es cineasta, y eso también fue una influencia importante.

Camilo Roca

Camilo Roca

¿La composición es una actividad solitario o tal vez competitiva?

Camilo Roca: Cuando entré a estudiar composición la información que circulaba, por parte de los profesores y alumnos más antiguos, era que la composición era una empresa bastante solitaria. Mi experiencia ha sido lo contrario. Obviamente existe un proceso creativo que se hace de manera solitaria, pero comentar con los pares la obra en proceso siempre ha sido indispensable, hasta el punto de que actualmente formo parte de un grupo humano de 9 personas de creación colectiva.

Ignacio Salvo: La verdad es que sí, suele ser algo muy solitario. Se trata de una práctica artística que es demasiado personal, rara vez se hacen obras de varios compositores. Es solitario pero uno debe aprender de otras personas, es pésima idea surgir tan bien que todas las ideas sean de uno, todos los compositores se han iniciado pareciéndose a otros. Hoy en día la música contemporánea está tan mal vista por los intérpretes, o por los teatros en general, que uno tienen que hacer música que atraiga a las personas; los teatros son un negocio y no van a estar peleándose por obras que no atraen público. Hay competencia aunque no se asume.

Manuel Bustamante: La verdad es que sí puede llegar a ser una actividad muy solitaria, en la cual los compositores estamos encerrados plasmando lo que necesitamos expresar, sobre todo en el caso de la música «académica», en donde nos encontramos solos frente al papel o al computador. En el caso de la música popular mi experiencia ha sido algo más diferente, puedo crear en soledad una canción, pero siempre mis compañeros de banda pueden aportar sus ideas propias e ir mejorando y puliendo la obra en sí, lo que lo convierte en algo más colectivo. Sobre la competitividad, creo que lamentablemente también lo es. La realidad de nuestro país no es muy amigable con las artes, y estamos obligados de cierta forma a competir entre nosotros para poder desarrollarnos, sobre todo los que estamos comenzando a construir nuestras carreras. En mi experiencia, he tenido la suerte de poder obtener buenos resultados en concursos de composición, lo que me ha permitido poder presentar mi música en distintos lugares, pero claro, es bajo esta lógica, la de la competencia.

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¿De qué manera se da la participación de las mujeres?

«Hay que dejar de poner trabas para que ellas inunden los espacios que ya existen»

Manuel Bustamante: El mundo de la composición en Chile siempre ha tenido un ambiente dominado por hombres, pero afortunadamente, en este último tiempo se han hecho escuchar mujeres compositoras. Como es el caso de Valeria Valle, quien ha estado desarrollando gestiones notables en pro de la participación de mujeres en la música, como la agrupación «Resonancia Femenina», también está el caso de Tamara Miller, y Katherine Bachmann, quien hace unos días estuvo presente en un conversatorio sobre mujeres compositoras en Valdivia. También está  la Orquesta de Mujeres de Chile, que se ha levantado con mucha fuerza y no ha dejado a nadie indiferente. Es muy bueno para todos que surjan este tipo de iniciativas y movimientos, sobre todo considerando el panorama social que hemos estado viviendo durante los últimos años.

Camilo Roca: La composición es un rubro machista. La programación de compositoras en festivales es bajísima y la proporción de alumnas versus alumnos de composición es dispar. Es común ver constantemente actos y comentarios misóginos por parte de profesores y alumnos en los conservatorios, es más, cada vez están saliendo a la luz los casos de abuso de poder, misoginia, acoso y abuso que ocurren en las escuelas de música. En el Encuentro Internacional de Compositores 2018 no hubo una sola invitada mujer, lo que suma a la baja programación de mujeres en los festivales que se organizan en Chile. Creo que la pregunta apunta a que hay que crear espacios especiales para que las compositoras tengan visibilidad, pero la verdad estoy más de acuerdo con el artículo que escribió Macarena Rosmanich el 2018: hay que dejar de poner trabas para que ellas inunden los espacios que ya existen.

Ignacio Salvo: Yo creo que estamos en una generación de compositores que son cada vez más malos, puede haber contadas excepciones, eso también provoca que exista una especie de discriminación de los profesores más antiguos a los nuevos estudiantes, a las mujeres. La verdad es que existe una especie de machismo encubierto, no en los compositores ni que en las clases exista discriminación de género, sino que se ignore a todas las compositoras, que se diga prácticamente que no existen, que siempre se las mira en menos, o como si fueran las ayudantes.

Ignacio Salvo

Ignacio Salvo

¿Cuáles son los temas que desarrolla?

«Tengo música que busca reflejar lo que me transmite un verso de un poema, hasta música que habla sobre el femicidio en Chile»

Ignacio Salvo: Mi música siempre parte ligada desde mi experiencia de la niñez y mi experiencia como espectador, yo siempre digo que compongo desde la butaca del público, escribo lo que a mí me gustaría escuchar. Cuando voy a ensayos o estrenos de mis obras siempre me siento, cierro mis ojos y escucho la música pensando que no la escribí yo y me gusta, porque escribo pensando que yo no soy el compositor y voy a escuchar una obra de alguien que no conozco. No hago música en el ámbito de recrear la música antigua, mi música tiene sonoridades muy románticas pero está llena de atonalidad, politonalidad, armonía no funcional; usó las sonoridades y las bases de la música tonal y de toda la historia. No suelo ser un compositor que toma ideas políticas ni filosóficas o temas más actuales, trato de irme al lado de la literatura, el arte, adentrarme en mis estudios de sicología, los sueños son parte de las estructuras que armo en mi música.

Camilo Roca: Por lo general intento trabajar temáticas que tengan algún tipo de relación con experiencias personales. Es importante para mí un sentido de propiedad sobre la obra, y eso no me es posible si no existe un nexo tangible entre la obra y yo. También intento que la idea que genera la obra esté presente en todos los aspectos posibles, tanto del proceso creativo como del resultado. Además me interesa sumamente el uso de medios literarios en la composición musical, no necesariamente como música vocal, sino como materia indispensable para el proceso creativo.

Manuel Bustamante: En lo personal, trato de obtener inspiración de diversos temas. Tengo música que busca reflejar lo que me transmite un verso de un poema, hasta música que habla sobre el femicidio en Chile. Considero que un creador debe ser amplio en cuanto a las temáticas que aborda, sin dejar de lado por supuesto la expresión emocional personal. Considero también muy relevante que los artistas no seamos indiferentes a lo que sucede en la contingencia nacional, el arte tiene una fuerza muy potente, por lo que es necesario que siempre tengamos opinión y posturas frente a lo que sucede en nuestro entorno.

Manuel Bustamante

Manuel Bustamante

¿Qué puede comentar de sus próximos trabajos?

Manuel Bustamante: En estos momentos me encuentro preparando el estreno de mi obra sinfónica llamada «Desiertos de Alicanto», concierto que será próximamente en Marzo y su estreno estará a cargo de la Orquesta Sinfónica de Copiapó. También estoy preparando una versión sinfónica de mi obra «Cantos para una velada» junto a la Orquesta Sinfónica de Antofagasta, que contará con el gran oboista José Luis Urquieta como solista, concierto que será en Mayo próximo. En el ámbito de la música popular estoy trabajando junto a mi amigo de toda la vida, Felipe Pacheco, en un proyecto de música rock llamado «Metáfora», agrupación con la que ya hemos tenido presentaciones en distintos lugares de Santiago.

Camilo Roca: Este 2019 comenzó con un encargo del oboísta José Luis Urquieta para el Trío Dibujos, formado recientemente. El nombre de la obra es Rutinas, para Oboe, Percusión y Piano, y debería estrenarse este año en Reino Unido. También debería estrenarse mi obra 4 Tiempos, para Violonchelo y Piano, ganadora del 39è. Concurs de joves compositors Premi Internacional Frederic Mompou, en Barcelona. Además de esto actualmente soy parte de una compañía de teatro compuesto llamada Oído Medio, que se compone de 9 integrantes de diversas áreas artísticas y trabajamos una modalidad de creación colectiva y trabajo de obra site specific. El año 2018 estrenamos nuestra primera obra Asepsis en la biblioteca del Goethe Institut, y este año promete varios proyectos y estrenos.

Ignacio Salvo: Desde el 2015, en que comencé mi catálogo oficial de obras, llevo cerca de 136, donde hay una variedad enorme de obras para solistas, para cámaras, muchos conciertos para solistas y orquestas, obras electro acústicas. De momento, después del triunfo en el concurso de la sinfónica y el Teatro Municipal del año pasado se han acercado algunas personas para proyectos que se concretarán en el futuro.  En este momento estoy escribiendo una ópera, espero que la tomen en cuenta en el Teatro Municipal.

La siguiente serie de entrevistas a compositores será publicada la próxima semana.

Agradecimientos especiales a Tomás Brantmayer y Miguel Farías por su colaboración y guía para esta nota.