Nació en Filadelfia, EE.UU., en 1898. Ejerció como ingeniero, pero luego lo abandonó para dedicarse exclusivamente a la escultura. En 1926, se trasladó a París donde estudió en la Académie de la Grande Chaumière. Aquí realizó sus primeras pequeñas figuras de alambre, madera y tela.
Sus ¨móviles¨como los denominó Marcel Duchamp, amigo del artista, radicaban en juguetes que estaban en movimiento giratorio y flotando mientras se balanceaban en el aire de forma suave y armónica. Consiguió que las piezas de esas esculturas adquieran nuevas formas, convirtiéndose en infinitas esculturas que terminaban produciendo el efecto de ser una sola. Por otro lado, se interesó por las sombras que proyectaban sus cambiantes móviles, por lo que cuidó de la iluminación de los espacios expositivos. Otro factor que tuvo en cuenta fue el sonido generado por el choque de las estructuras.
Refiriéndose a sus móviles, Calder dijo en alguna ocasión que con ellos había pretendido dar vida y movimiento a las obras de Mondrian, que tuvo ocasión de contemplar en directo. Sus obras, le causaron un profundo impacto.
Alexander Calder murió en Nueva York en 1976. Sus restos se encuentran en Roxbury.