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Galería Callejera es una sala de exposiciones itinerante, cuenta con obras de arte multidisciplinarias que recorren largas distancias exhibiendo proyectos que pueden ser apreciados por una masa crítica que no visita ni galerías ni museos. En una palabra es una apuesta que abre los espacios a un público tan heterogéneo, como los proyectos exhibe tal como sucedió el 19 de enero en el frontis del Museo Nacional de Bellas Artes con In situ, un video-instalación dentro de un vehículo motorizado adaptado especialmente como una gran vitrina que lleva el arte hasta la gente con una muestra que se inserta en medio del citadino paisaje.

A modo de reflexión sobre cómo abordar los espacios públicos, haciendo un trasvasije sobre lo que significa crecer y vivir en los sectores periféricos de Santiago, esta instalación y video del artista visual Ignacio Traverso toma como referente al Zanjón de la aguada, ese viejo afluente con desechos orgánicos que nace en la Pre cordillera y desemboca en la Farfana en Maipú. Un canal que eventualmente zanja la ciudad de Santiago con un corte donde centro y periferia quedan divididos en el sector sur. Lugar donde surgieron las míticas “callampas” y tomas de terreno que a comienzos y mediados del siglo XX, dieron lugar a la Victoria, ícono fundacional de las poblaciones populares, que ciertamente se hace partícipe de esta instalación donde Ignacio Traverso elabora un poético paisaje marginal que cuenta una historia personal y colectiva, emparentada con quienes sufren cierto grado de degradación, tal como lo afirma su curadora Isabel Núñez – “Lugares de los que nadie habla, pero que han estado allí cruzando y demarcando el territorio desde siempre”.

Galeria Callejera 1

Este video instalación hace visible un paisaje residual insertando un lugar dentro de otro, en una suerte de injerto que incorpora transitoriamente, no sólo paisajes, sino realidades contrapuestas como un collage que al mimetizarse, hace que sus habitantes se sientan integrados a un escenario mutable que evidencia un periplo donde Traverso deambula siguiendo la ruta de un resumidero donde van a parar tanto desechos emocionales como físicos. Objetos que son arrojados al Zanjón de la vida y que están encarnados en neumáticos, cajones de fruta o envases en desuso que nadie ve, pero que existen como parte de estos parajes y que el propio Traverso explica: “Hacer todo tipo de registros de este canal es hablar de pobreza, asaltos, ruina, basurales, muerte, etc. Como testigo de los cambios y sucesos que han pasado por este afluente, mi visión se hace parte de mi propia vida, el Zanjón fue testigo de mi vida infantil y adolescente, con el paso de los años, seguía ahí dividiendo a la capital, el tema siempre fue motivo de nostalgia”.