Las obras de Carolina Busquets invitan a la calma. Por sus colores, por los delicados trazos de su pincel que abre paso a un mundo de sueños donde la naturaleza es esencial. Es así como en sus creaciones captura la esencia de lo que pinta, evidenciando cultura y tradiciones, como en el bosque perdido en el sur, en las araucarias imponentes a su alrededor, en la figura de un moái.
Busquets, por medio de una técnica mixta, captura elementos, símbolos y figuras humanas que se funden en paisajes donde la contemplación es fundamental. Lo interesante es que la artista no sólo produce obras que recuperan nuestras raíces como un elemento estético, sino más bien rescata un estado de equilibrio y de paz, hasta donde transporta al espectador con el simple hecho de parar y apreciar.
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