Si quisiéramos describir el desierto de Atacama podríamos decir que es inmenso, majestuoso e inmóvil, es acá donde recibiríamos la distinta visión de Carla Monforte, fotógrafa y artista visual radicada en la Región de Antofagasta.
Esta fotógrafa, diseñadora y artista visual nació en Madrid, donde vivió hasta los seis años, luego su familia volvió a Chile, específicamente a la zona central y –por motivos laborales– se trasladaron a la ciudad de Antofagasta junto a su madre, quien era arquitecta. A los 14 años recibió como regalo de su padre, fotógrafo de profesión, una cámara análoga y como ella dice: “desde ahí ya empecé y no paré”. Este momento, que podemos considerar como determinante en su desarrollo artístico, continúa con su estadía en Antofagasta en los años 80, donde comienza su dialogo con el desierto, proceso de formación que se complementó con estudios formales en Diseño Gráfico dentro de la PUCV, siempre ligada a la fotografía y las artes visuales.
Las experiencias y el contacto con diferentes espacios le permiten ir “anotando ideas en su cabeza”, según explica, las cuales dan inicio a los procesos creativos que terminan en ocasiones concretados en obras y en otras ocasiones esperando como ideas. “Mis procesos creativos aparecen en el tiempo como ideas: vienen y esperan para que las pueda materializar, algunas con un desarrollo exitoso, lento a veces, otras aún esperan…”.
Los constantes viajes entre la zona central y el norte grande permiten ir observando cómo este lugar en apariencia superficial, vacío e inmóvil, es en realidad un espacio lleno de dinamismo en donde interactúa la luz, la tierra y el viento. Elementos que generan un paisaje de múltiples perfiles, ideal para la observación y el trabajo fotográfico. Esta noción del desierto como un espacio móvil, dinámico y poli-cromático, se materializa el año 2008 en un trabajo titulado Desierto/Geomorfotografías, aquí se recoge la visión de la artista en donde nos comparte su mirada del desierto.
“El desierto es un territorio que está siempre en movimiento, cambiante, difícil de atrapar, si fuera un retrato serian múltiples caras con mucho volumen, colores, texturas y formas”
Los paisajes naturales no agotan su propuesta, pues de igual manera trabaja los espacios urbanos, en específico en la ciudad de Antofagasta, considerando todas las particularidades de un medioambiente construido en medio del desierto más árido del mundo. Ciudad Postal/ANF muestra, a través de fotografías panorámicas, la manera en que esta ciudad es determinada por dos variables sumamente poderosas: el mar y el desierto, donde la ciudad aparece como un borde entre ambos elementos geográficos. Esta obra además recupera un formato sumamente interesante como las postales fotográficas, las cuales son difusoras y creadoras de imágenes.
La noción de desierto como un lugar de contemplación y con una carga simbólica muy poderosa se refleja en los trabajos de esta artista, que en momentos nos recuerda los desiertos descritos en los cuentos de Borges y la majestuosidad de las fotografías de Ansel Adams.
Respecto a sus actuales proyectos, en estos momentos, Carla está desarrollando –a través de un Fondo del CNCA– un trabajo titulado Salar en donde se busca el registro de algunos salares de la región de Antofagasta mostrando el frágil paisaje, la flora y fauna endémica de la zonas desérticas, que como describe la artista: “se quiere mostrar la fragilidad y belleza de este ecosistema único en el mundo”. El objetivo principal es crear un libro con tema regional, que ponga en valor los ecosistemas relacionados con el desierto de Atacama desde una mirada artística ecológica. Esta obra se presenta en un foto-libro, el cual permite que sean las imágenes las que hablan y construyan el relato, otra de las ventajas que se destacan sobre este formato es su fácil difusión en diferentes audiencias.
El interesante trabajo de esta fotógrafa nos recuerda la doble mirada sobre espacios que en una primera instancia parecen inertes, pero en realidad están llenos de colores, movimientos y contrastes.