{:es}
La Serena, la segunda ciudad más antigua de Chile. Donde la vida avanza en el intermedio del valle y el mar, donde las personas recorren Avenida del Mar mientras disfrutan de la brisa, ahí en la Ciudad de los Campanarios, en esa vida de provincia tan distinta a la de la acelerada capital, creció Nelson Plaza.
Su madre cocinaba y pintaba pañuelos de huaso con jeringas. Su padre le enseñaba a fabricar y elevar volantines de papel. Aprendió a escuchar goles y partidos de fútbol en la radio a pilas de su abuelo. Un día descubrió una enciclopedia de obras de arte. Hechos, detalles, momentos que lo fueron acercando al mundo artístico que de alguna forma u otra forjaron su camino, quién es. “En mi adolescencia me relacioné con amigos del conservatorio de música con los cuales soñamos con dedicarnos al arte y la poesía. Así partí a Santiago a estudiar en la Universidad de Chile”, cuenta el artista.
Nelson Plaza recuerda que dibujó y pintó desde siempre, pero el grabado lo conoció cuando ingresó a estudiar Licenciatura en Arte a los 18 años. Cambió de ciudad, de vida, de amigos. Pero las influencias siguieron y siguen siendo las mismas: los cuentos de Borges, del Negro Fontanarrosa; la música de Frank Zappa y Les Luthiers; las creaciones del pintor mexicano José Luis Cuevas, una de las principales figuras de la Generación de Ruptura con el muralismo mexicano y, a la vez, uno de los más destacados representantes del neo-figurativismo.
“Para mí el arte es otra manera de hablar y la única forma en que entiendo y miro el mundo”, puntualiza. Su trabajo es un continuo devenir donde trata de fluir con los imperceptibles cambios que se van sucediendo. El oficio del grabado, el lenguaje de la gráfica y la poesía rodea todos los ámbitos de su vida: su labor como docente, impresor profesional y artista. Y su obra se ha movido siempre entre el dibujo, la pintura y el grabado, donde ha trabajado temáticas que han surgido siempre de referentes de la historia del arte.
A sus 42 años ya ha expuesto la mitad de veces de su edad. Muestras colectivas e individuales. Nacionales e Internacionales. Fue en México, en 1998, cuando exhibió sus obras por primera vez en el extranjero durante su participación en la IX Bienal Iberoamericana de Arte. Luego los escenarios no faltaron: Argentina, Brasil, Estados Unidos, Chile. Desde esa oportunidad a la fecha el artista ha presentado su trabajo en distintas galerías y bienales, mínimo una vez al año salvo por dos.
La última exposición que realizó Plaza fue a inicios de 2016. Sistemas, montada en la Galería de Arte de la Universidad Católica de Temuco, integrada por alrededor de 40 obras, entre grabados y dibujos, apelando “al significado de esta palabra desde sus diversos sentidos. Por un lado representan los modos de organización que conforman el cuerpo humano y por otro han sido producidas bajo regulaciones autoimpuestas a mi práctica artística”, señala.
Nelson Plaza define su trabajo “como un imaginario que se arma desde el amor por el dibujo”. Su elección por el grabado tiene que ver con el dibujo y utiliza la línea como elemento constructor de la imagen. En Ars Lucis, su taller, es donde trabaja y en este último período ha desarrollado el tema de la anatomía humana y lo ominoso de su representación. Inspirado por libros, películas y otras obras de arte. Haciendo referencias a la historia del arte y “a lo que sucede en el interior de los artistas”, finaliza.
Para adquirir y conocer más de sus obras, haz clic acá.
{:}{:en}La Serena, the second oldest city in Chile: a place where time passes between valley and sea; a place where people walk through Avenida del Mar Avenue while enjoying the breeze; the city of the bell towers; this provincial life so different from the rush capital. This is the place where Nelson Plaza was born.
His mother cooked and painted huaso handkerchief with syringe. His father taught how to make and raise a paper rocket. He learnt to hear goals and soccer plays in his grandfather’s battery radio. One day, he found and artwork encyclopedia. Facts and details were moment that move him closer to the artistic world and, otherwise, show him the way; that he is. “In my adolescence, I was in contact with friends in the School of music we dreamt to be artists and poets. This way, I moved to Santiago to study in the Universidad de Chile University,” said the artist.
Nelson Plaza reminds that he always drew and painted, but he met engraving when he was 18 years old and was studying Bachelor of Arts. He changed city, life, and friends. But the influences remained intact: Borges’s and Negro Fontanarros’s tales; Frank Zappa and Les Luthiers’ music; the Mexican painter José Luis Cuevas’s creations, one of the main people of the Generación de Ruptura with the Mexican muralism, and, at the same time, one of the most highlighted representative of the neo- figurativism.
“For me, art is another way to speak. It’s the only way in which I understand and see the world,” he specifies. His work is a continuous transformation where he influences with imperceptible changes that appear. Engraving, graphic’s language, and poetry every aspect in his life: as a teacher, professional printer, and artist. His work has always moved between drawing, painting, and engraving, where have developed subjects related to art history.
With 42 years old, he has exhibited 21 times; collective and individual exhibitions; National and international. It was in Mexico, in 1998, when he exhibits his works for the first time outside the country, during his participation in the 9th Ibero-American Art Biennale. After that, galleries didn’t lack: Argentina, Brazil, United States, and Chile. From this opportunity to now, the artist has exhibited his work in many galleries and biennales; at least, once a year (if it’s not two.)
The last exhibition made by Plaza was in the early 2016. Sistemas, in the Universidad Católica de Temuco’s art gallery, was compound by around 40 works, between engravings and drawings, appealing to “the meaning of this word and its diverse senses. In one hand, they represent all they ways to organize that compound a human body and, in other hand, they have been made under self-imposed adjustments to mi artistic practice,” he says.
Nelson Plaza defines his work “as an imaginary that is assembled from the love for drawing.” His option for engraving has to do with drawings, and he uses the line as a producer element of image. His workshop, Ars Lucis, is where he works. This last period, he has developed the human anatomy as a subject, and the awful of its representation; inspired by books, movies, and other artworks; referring to art history and “what happens inside the artists,” he concludes.
{:}