Maurizio Cattelan ha sofisticado el baño del cuarto piso del Guggenheim de Nueva York. La lucidez argumentativa de un abultado transcurso del tiempo en torno al materialismo, ha dado luz a una obra de arte que se jacta de sugestiva. Por supuesto que sí, ha instalado un WC de oro de 18 quilates para que la gente lo use sin cuidado en el marco de su exposición “América”.
Hay un guiño a la maleabilidad, quizá una esperanza de convocar la controversial idea de oponer las riquezas a una refinada, pero retrógrada, forma de definir el estilo de vida y valorar la sociedad. Así lo ha dicho y allí quedará para el mate de algunos miles de personas que quieran cuestionarlo.
Forma parte de la muestra “América” y alude, definitivamente a esta forma de vida impuesta por el país Yankee. El artista italiano utiliza el concepto inicial del arte contemporáneo para introducir la base de los parámetros subjetivos, sobre los cuales, América instauró el progreso de la sociedad contemporánea. La exposición es retrospectiva y estará disponible durante un tiempo, para que la gente interactúe con el arte y pueda sacar sus propias conclusiones.
Comentarios
