Skip to main content
PortadaTendencia

Auge y Caída de Mahagonny, un invento de lo real

By 24 de junio de 2016septiembre 12th, 2024No Comments

“En el mundo realmente invertido, lo verdadero es un momento de lo falso”

– Guy Debord.

La ópera Auge y Caída de Mahagonny –estrenada ayer en el Teatro Municipal– enamora por la vista y la música que fluyen al unísono con el argumento escrito por Bertolt Brecht. La historia se presenta como válida para todos los tiempos, siendo capaz de mostrar cómo a principios de siglos los valores eran algo cuestionado, al igual como ocurre en la actualidad en el mundo entero. Mientras que la forma en que se representa el placer y el exceso, versus la podredumbre de afuera generan interrogantes sobre ¿qué quieren los hombres?, o ¿existen leyes para la felicidad?

Todo comienza con las luces proyectadas en la pantalla. La idea original: fundar una ciudad donde se pueda sacar el dinero a los hombres, para que ellos –dueños de la idea– no sean arrestados por los crímenes cometidos. Lo primero: las fundadoras. Prostitutas que hagan felices a los hombres, porque el sexo es importante, vende, se comercializa. Todo en una ciudad que existe gracias a que el resto está podrido. Luego, el alcohol y la publicidad. Vender es el lema, porque es mucho más fácil quitar el dinero a los hombres que el oro al río. El problema ¿cómo hacerlo?

La escenografía sufre de cambios constantes, siendo reflejo de cada instancia de la ciudad: su nacimiento, clímax y descenso. Las luces, la opulencia y la forma que tiene de complementar al guion y a la música, eliminan las dudas sobre lo que está ocurriendo. Todos estos elementos aclaran y aportan de manera trascendental para la comprensión del libreto. Y, aunque no siempre funciona, la escenografía –más contemporánea que el guion–, se adecúa perfectamente a la ópera 86 años después de su creación. No se siente forzada, ni genera rechazo. Es más, las proyecciones actúan a modo de narrador para orientar sobre lo que está pasando y pasará, entregando los títulos y mostrando el avance –por ejemplo– de aquél huracán que será la perdición de la ciudad.

El deleite musical logrado por Kurt Weill, interpretado por David Syrus, al mezclar el mundo clásico y popular, con aquellos momentos que suenan a jazz, a blues, e incluso al tango, y con instrumentos que se incluyen extrañamente en una orquesta clásica, va complementando las escenas. Aumentando las sensaciones de esperanza, de goce, de suspenso. A lo que se le suma el ballet y coreografía de Ignacio Gonzáles, y que nos remonta a la época los cabarets, al mundo del espectáculo.

Ensayo general Auge y caida de la ciudad de Mahagonny (Int) - créditos Patricio Melo (44)

Tomando, en parte, el cuestionamiento de Guy Debord sobre la importancia del ser y del parecer, en el cual la vida social es sustituida por las representaciones, ¿es Mahagonny una representación de la realidad? ¿Puede el dinero suplantar las relaciones interpersonales? El manejo de éste, en el caso de Jimmy Mahoney –protagonista del relato–, pareciera entregar una respuesta, generando en el espectador la reflexión esbozada por Debord décadas después de Brecht escribiera el guion de la ópera: “El espectáculo [entendido como las relaciones sociales basadas en las imágenes] somete a los hombres en la medida en que la economía los ha totalmente sometido. El espectáculo no es más que la economía desarrollándose para sí misma. Es el reflejo fiel de la producción de las cosas, y la objetivación infiel de los productores”.

Auge y Caída de Mahagonny, es una ópera que seguramente será apreciada en todos los tiempos. La forma de actuar de los hombres ha sido siempre cuestionada. Comer, amar, pelear, beber (y desvirtuación): las leyes de la felicidad; en un mundo que parece ser una farsa de la realidad, es la respuesta que encuentran los fundadores junto a Mahony para fundamentar su ciudad-felicidad. La justicia, una sátira que es cada vez más similar a lo que ocurre en el mundo, en palabra de Braudillard corresponde a “el reto de la simulación es irrecibible por el poder. ¿Cómo puedes castigar la simulación de virtud? Y aun así es tan seria como la simulación de un crimen”, ¿qué es más real, el simulacro juicio en Mahagonny o los del mundo que nos apresa?

Preguntas y respuestas en esta ópera que se presenta como un simulacro del mundo, pero donde todo pasa tendenciosamente por los creadores, poseedores del poder. Simulacro o realidad es la paradoja de Mahagonny que el Teatro Municipal ha logrado interpretar de manera impresionante.

Ensayo general Auge y caida de la ciudad de Mahagonny (Int) - créditos Patricio Melo (36)

 

Imágenes tomadas por Patricio Melo.