El discurso sobre la forma, la complejidad. Muchas veces lo que la técnica exhibe no es suficiente para definir a un gran artista. Todo lo que se ve, hace relato de lo obvio cuando no se sitúa en el alma del discurso, el centro de una idea que interpela.
Hay veces entonces que sólo te enfrentas a algo que no entiendes. No tiene ni pies ni cabeza y, ni siquiera, parece estéticamente aceptable o ameno a la vista. Es así como para algunos el arte no es un vehículo facilista cuyo destino es la belleza, sino precisamente uno que llega un poco más allá en ese mismo camino: el fundamento.
Alicja Kwade trabaja en lo que hemos descrito. ¿Por qué hablamos de ella ? Porque es una de las artistas jóvenes mejor rankeada del arte. Tiene solo 37 años y ocupa el lugar N°211 del ranking general que actualiza Art Facts y en el que están incluidos todos los grandes exponentes del arte del pasado.
¿Qué hace que esta artista de Polonia esté en ese lugar?
Un trabajo sencillo y conceptual hasta la médula. Una reminiscencia directa un Duchamp muy poco preocupado de la forma, sino del fondo. Tras objetos de uso cotidiano, reglamentariamente geométricos la artista trabaja sobre el blanco. Paredes, espacio, tiempo.
Su manufactura y procedimiento recorre un mix multimedial. Sin dificultad se distinguen monedas, madera, luces o ampolletas, vidrio… hasta bicicletas. Todos ellos de superficie sólida se prestan para ser distorsionados y alentar a la visión a que experimente una sensación creativa ilusoria.
Es claro, la artista asentada en Berlín, Alemania, manipula la mente y la guía hacia un pensamiento que no está apenas próximo a la trivialidad. La percepción mental y las experiencias psíquicas son sus favoritas, pues de alguna forma el cuerpo del creador participa en esta performance profundizando incisivamente en la percepción del espacio y el tiempo. Suena pragmático, pero no lo es. Ella lo ha descrito a su galería como:
“Estoy fascinada con el límite entre la ciencia y la sospecha. Todo lo que hay entre ambos. Mr Houdini es uno de mis mayores ídolos»
Houdin era ilusionista. Húngaro y peculiar. De allí que la artista proponga ejercicios mentales a sus espectadores. Ello demanda pensamientos experimentales con el tiempo y el espacio, saltos a mundos paralelos y ampliar la visión a infinitas posibilidades, de libertad imaginativa, para que explore qué es lo real y qué no y por qué ello sucede.
¿Quién es?
Polonia, 1979. Crece escuchando relatos que distan mucho de los usuales cuentos de hadas, sino imaginarios relatos del espacio y su capacidad de abrir recovecos de la mente. Hoy está radicada en Berlín. Trabaja en un edificio que comparte con un sinnúmero de artistas en instalaciones, esculturas y discursos. Amante del tiempo y la luz. Su trabajo deja entrever las influencias retro como también un inusitado interés por los relojes.
Joven, bien rankeada y exitosa desde el principio, Alicja Kwade, es la cara joven y prometedora del arte mundial.