Son instalaciones a crochet. Harapos, telas, ropa, todo aquello que cubre el cuerpo humano y lo oculta del resto de la sociedad. La artista confecciona voluptuosas instalaciones en las que remite al concepto de lo femenino, pues crea sus propias memorias, recupera y reintegra un mensaje que literalmente teje de inicio a fin.
Fija su mirada en lo informal del cuerpo, en lo que no remite ni a la estética ni a la belleza. Senos, intestinos, piernas. Un trabajo grueso, algo que deriva del despojo. Trabaja el cuerpo no sólo de lo externo, sino en lo que lo compone por dentro y le da vida.