Instalaciones construidas con luces que parecen como si el cielo hubiese sido volteado al revés, o estrellas brillantes alojadas entre grietas profundas en el barro, el fotógrafo Lee Eunyeol crea el escenario perfecto para tomar sus fotografías e inspirar distintas sensaciones y sentimientos en el espectador.
La luz unificada de estos espacios genera un paisaje misterioso, indefinido. Y el trabajo posterior de retoque de luces nos muestra una obra y espectáculo visual desde la tierra proyectando una luz interestelar. El koreano logra un escenario desde los sueños, donde la noche es un gran estudio con lugares privados que buscan ser vistos.
Con materiales como las bombillas de luces LED, la imaginación, una cámara fotográfica y un retoque final, la luz es el protagonista del mundo mágico de Eunyeol.