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China ha aumentado su importancia de forma exponencial en el mercado del arte, transformándose en uno de los tres polos más relevantes de este sector junto a Estados Unidos y Europa. De esta forma el año 2011 el gigante asiático logró superar al país americano en cuanto al monto de ventas obtenido en subastas, convirtiéndose en el principal mercado del mundo y acaparando un 41% del sector.
Sin embargo en los últimos años las ventas han bajado considerablemente, lo que ha hecho que Estados Unidos vuelva a tomar la delantera. La desaceleración de la economía china y la lucha contra la corrupción de parte del gobierno serían algunas de las causas. Uno de los principales problemas de las subastas en China es el gran número de ventas que finalmente no se concretan. Luego de finalizada la subasta muchos compradores pagan solo parte del precio o simplemente no pagan. Las causas de este fenómeno van desde un tema cultural, en el que las personas no consideran como algo vinculante el hecho de haber pujado, hasta el complejo tema de las falsificaciones, en el que luego de la subasta se descubren indicios que hacen dudar de la autenticidad de la obra.
También es necesario distinguir a Hong Kong, donde los casos de no pago son menores. En China existen unas 6.400 casas de subasta de las cuales 400 se dedican a la venta de arte, de ellas muchas venden obras falsificadas o emiten pujas falsas para aumentar los precios. En 2014 el 35% de las obras subastadas estuvieron afectadas ya sea por una demora de meses en el pago o por un no pago definitivo.
Sobornos y falsificaciones
Las subastas también son usadas como un medio para sobornar a funcionarios del gobierno. De esta forma se le entrega al funcionario una obra de arte con la instrucción de ponerla en subasta y una tercera persona paga por ella un precio inflado concretando de esta forma el soborno.
Otro problema es la existencia de compañías que ofrecen sus servicios a los compradores para servirles de intermediarios entre ellos y la casa de subastas. Estas empresas ofrecen hacer la puja en lugar del comprador a cambio de una comisión, puja que muchas veces nunca realizan.
Para Sotheby’s, una de las casa de subastas más importante del mundo y ya instalada en China, otro de los problemas es la falta de respeto por las marcas, un problema generalizado en el país por el tema de las falsificaciones. En el mercado del gigante asiático, gran parte de las obras buscadas por sus consumidores corresponden a la autoría de grandes maestros chinos, lo que incita a su reproducción a modo de copia; a esto se añade el hecho de que, en las academias de arte chinas, los estudiantes son educados mediante ejercicios que consisten en hacer copias de las obras de esos grandes artistas, por lo que existe un gran número de personas capaces de hacer falsificaciones de calidad. Además existen talleres que se dedican abiertamente a hacer reproducciones de artistas renombrados, vendiéndolas como reproducciones, sin embargo son los compradores de esas piezas los que las revenden haciendo creer que son originales.
Todos estos problemas han impulsado a la asociación china de casas de subasta a llevar a cabo diversas reformas, entre las cuales se encuentra transparentar las cifras de las ventas, con el fin de saber cuáles han sido los montos realmente pagados. En el universo chino de las empresas de subasta, la principal de ellas es Poly Auction, la que en 2013 abarcaba un 11% del mercado de su país. En la propiedad de Poly Auction tienen participación el estado y también privados, y forma parte de un grupo económico que tiene lazos con el ejército y con altos funcionarios del Partido Comunista, lo que le ha permitido tener un trato especial de parte del gobierno. Esta empresa es parte de Poly Group, que también se dedica a la venta de armamento (su giro original), al sector inmobiliario, la minería y explosivos.
Poly Auction, sin embargo, se ha negado a que la asociación de casas de subasta publique el detalle de las obras que no han sido pagadas por completo. Además muchas de sus obras subastadas por sobre el millón de dólares estarían teniendo problemas de no pago. De esta forma la principal casa de subastas de China estaría dificultando la regulación del mercado.
En este país asiático el mercado del arte toma mayor relevancia toda vez que se ha transformado en un lugar seguro para invertir en comparación con el mercado inmobiliario o el bursátil. Por lo tanto urge una mayor regulación que permita evitar las irregularidades que surgen tanto de las mismas casas de subasta como de las personas que transan en ellas. Dada la estructura de este mercado chino es necesaria la voluntad del gobierno central si se desea instaurar el imperio del derecho y regular a los poderes fácticos.