Skip to main content
Entrevista

Juan Mejía | “Ser artista es decidir ir un poco contra el mundo”

By 16 de noviembre de 2015septiembre 12th, 2024No Comments

La octava versión del Premio Luis Caballero, de Colombia, tuvo como ganador el proyecto de Juan Mejía, Hacia un lugar común, una instalación que evoca los naufragios del arte en el Museo de Arte Moderno de Bogotá.

Por Sandra Fernández / Colombia

El Premio Luis Caballero convoca a los artistas mayores de 35 años y con gran trayectoria, para que realicen intervenciones artísticas o instalaciones dentro de los espacios establecidos por IDARTES (Instituto Distrital de las Artes), entidad que organiza dicha convocatoria cada dos años en Colombia. Este año los ocho nominados se tomaron varios sitios emblemáticos en la ciudad y, en un recorrido otorgado por esta institución, logró reunir a los espectadores del arte para conocer dichos proyectos que se relacionan con el espacio y con las problemáticas concernientes al país. El premio ganador, elegido por un jurado especializado, se le otorgó al artista caleño Juan Mejía, quien propone dentro de su instalación una idea metafórica del fracaso, un naufragio que se entrelaza con la situación actual del Museo de Arte Moderno (MAMBO), la metáfora de un hundimiento, un estado actual de los museos y centros culturales que quieren sacar a flote el arte que los mantiene vivos.

Hacia un lugar común es el título del proyecto del artista que consta de cuatro momentos dentro del sótano del MAMBO: el primero, y el principal, es una serie de pinturas de barcos en naufragio con un estilo particular que hace una crítica sobre el arte moderno; en un segundo momento, se encuentra la colección personal del artista, una serie de grabados y pinturas de diferentes artistas que recuerdan la importancia de los naufragios dentro de la pintura moderna, con las paredes cubierta de azul que asemeja el espacio al hundimiento de un barco; el tercero consta de una instalación hecha con objetos, reliquias que el artista reúne en una especie de bodega, en donde hace una comparación de lo viejo, de lo atesorado dentro de un museo; y, para terminar con el recorrido, dentro de lo que parece ser un naufragio, una proyección en video en donde el artista personifica a un cantante de crucero que como en el Titanic, canta sus canciones hasta el final de la tempestad.

lugar comun Juan Mejia

Juan Mejía, artista plástico egresado de la Universidad de los Andes en la ciudad de Bogotá, lleva alrededor de 28 años dedicado al arte, como docente y artista plástico, ganó en 1995 una mención de honor otorgada por el salón regional de artistas en Cali, y desde 2002 hasta hoy se instaura en Bogotá como docente en la Universidad de los Andes. Mejía logra adaptar en su trabajo la pintura, el dibujo y la instalación, que hablan de las situaciones cotidianas. Como ganador del mayor premio en el arte colombiano de este año por determinar en un proyecto artístico de manera sarcástica las situaciones cotidianas que involucran el fracaso, la crisis de los museos y del arte moderno en particular, habla con Arte Al Límite para explicar el proyecto que lo hace merecedor de tremendo reconocimiento.

¿Cómo llegó a ser parte del Premio Luis Caballero?

El premio tiene esa connotación de que es el más importante a nivel nacional, tal vez desde la desaparición de los premios del Salón Nacional. Este premio implica la cuestión de edad y de tener una trayectoria, de tener una serie de exposiciones individuales. Es una convocatoria abierta, se envía un proyecto pensado en relación con el sitio en donde lo está proponiendo. Las relaciones son de tipo conceptual y de tipo formal. Yo pensé en la metáfora de los naufragios y quería pintarlos, volver a pintar en grande, entonces me parecía que era un tema pictórico que además tiene sus antecedentes en la historia del arte durante el siglo XIX con artistas como el inglés William Turner.

¿Por qué escogió la asociación del fracaso con el naufragio?

Lo escogí porque pensaba en el tema de la edad, porque uno va llegando a una edad y esas sensaciones de fracaso internas, de frustraciones, hasta el más exitoso tienen sensaciones de frustración. También está el hecho de que es un concurso en donde hay un premiado y hay otros que “pierden”. Ese era el juego irónico en ese sentido, es una imagen irónica del barco hundiéndose aunque sea trágico yo lo manejo con cierto humor. El museo también fue parte importante, ya que lleva muchos años en crisis institucional. Pensé un poco en la historia reciente del MAMBO, antes era para mí un referente muy importante, pero hace algunos años hay una crisis institucional, curatorial y sobretodo una crisis económica; no hay exposiciones interesantes sino cosas que van circulando y hay algunos artistas que están en contra de las políticas del museo. Pero también mi trabajo puede ser una metáfora de crisis generalizada a nivel ministerial, nacional, toda la crisis humanitaria, uno no ve sino tragedia si se asoma en los noticieros o si se asoma en la calle.

lugar comun juan mejia

¿Por qué hablar de metáfora?

El arte es interesante en la medida que es una metáfora, es simbólico, que se mueve a un nivel visual, matérico, uno accede a la metáfora a través de unas imágenes concretas o reales, pero lo interesante es todo lo que uno pueda asociar, pensar, elaborar alrededor de esas imágenes que ve, yo creo que siempre es metafórico por naturaleza.

¿De dónde viene el nombre Hacia un lugar común?

Tiene que ver con la imagen del final, del apocalipsis o de la muerte, todos vamos hacia allá. No es tan fatalista porque yo lo digo con ironía, con cierto humor. Cuando uno habla de ese lugar común en las artes, eso ya habla de que ya se conoce o ya se sabe. Supongo que también era para defenderme de la idea de que la metáfora del barco, que es algo común, esa imagen se ha usado bastante. En la historia del Titanic se ve como si fuera la gran metáfora del siglo XX, no es en vano que el siglo se cierre en el 98 con la película del Titanic. El barco es un lugar común en ese sentido, por eso yo trato de asumir un poquito la distancia, no solamente plantear esa metáfora sino que es importante la acción de qué hacer ante la tragedia, yo digo en mi proyecto que cantemos, pintemos; es buscar un lugar al arte también en medio de la tragedia.

¿Cómo asemejaría al artista con un barco en el naufragio?

Pensé en la noción de crisis del arte moderno y las pinturas que hacen parte de este proyecto hacen un cometario a la pintura y al estilo. Yo no estoy siendo ni expresionista ni un gran pintor, a mí me cuesta trabajo y cualquiera puede encontrar mil fallas técnicas y pictóricas, pero justamente eso tenía cavidad en el concepto de fracaso o de intento, a ver si eso se sostiene o hunde a la pintura con el barco. Eso tiene que ver con el acto de pintar, con el gesto pictórico y con los artistas. Ser artista es decidir ir un poco contra el mundo, contra las lógicas de supervivencia del mercado, de la efectividad, ser artistas es ir en contra de todo por voluntad propia y como por una búsqueda de cierta gratificación personal, de cierta libertad, Yo no asumo el arte como una forma de subsistir sino como una forma de vida.