Por Carolina Bravo / Chile.
Imágenes cortesia de la artista.
Inspirada en la mitología escandinava, el sol de medianoche, las auroras boreales, las tierras del Ártico y los tránsitos polares, la obra de esta artista es el resultado de la mezcla perfecta entre óleo y pigmento de lapislázuli, en un claro juego entre luz y sombra, con una paleta restringida de color.
«Viene de la fuerza del espíritu de mis ancestros escandinavos, que se deja sentir en todas mis obras. Por eso que hace años un periodista en Liepzig, Alemania, me llamó Der Maler Lichter magische, o sea ‘La Pintora de las Luces mágicas'».
Nacida en 1950 en Santiago, esta artista es hija de padre noruego y, como ella señala, lleva en la sangre y su espíritu el legado de los pueblos escandinavos. Como lo que se hereda no se hurta, Cecilia a los cuatro años dio sus primeros giros en la danza, siguiendo los pasos de su madre, quien fuera primera bailarina del Teatro Municipal en los años 40. Entre sus profesores tuvo al gran maestro Octavio Cintolesi y formó parte de la compañía Les Petites Rats, en el Teatro Municipal.
De la mano de la danza, Cecilia dio inicio a una carrera con muchos matices en el mundo del arte, topándose mas tarde con la pintura. Así fue como, tras salir del colegio, estudió Pedagogía en Danza en la Universidad de Chile, realizando coreografías para el ballet Nacional de Uthoff. Seguidamente estudió teatro en una compañía Ictus, trabajando en esa época en TVN, en un programa juvenil dirigido por Sergio Reisenberg y luego por René Schneider, bailando y haciendo coreografías.
No fue hasta 1990 que hizo de la pintura su inseparable compañera hasta el día de hoy. Entre sus profesores estuvieron Alejandro Lizana Greve, quien fuera Presidente de la Sociedad Nacional de Bellas Artes; y la destacada pintora María Eugenia Reyes. “De alguna manera, aunque me sacaba puros sietes en el colegio, postergué la pintura como mi fiel compañera por muchos años, hasta que un día me dije: ‘Quiero dejar un legado físico en este mundo’. Y así fue cómo en un día lluvioso, comencé a dar rienda suelta a los pinceles”, explica sobre este giro desde la danza a la pintura.
Su pintura neo-impresionista tiene un desarrollo de cinco posiciones, según explica Cecilia, paradojalmente igual que en la danza, su otra pasión: “En la danza clásica existen cinco posiciones fundamentales: 1a, 2a, 3a, 4a y 5a. En mi enfrentamiento con la tela y su desarrollo hay cinco maneras de ver la obra: uno, de izquierda; dos, de derecha; tres, de arriba; cuatro, de abajo; y finalmente la postura número cinco, que consiste en mirar la obra en el suelo. Es en esta última posición en que la obra indica que ha llegado a su máxima expresión”.
Durante su recorrido por la pintura ha incursionando en diversas técnicas, siendo el naif, basado en cuentos y leyendas escandinavas, la que empleó en un comienzo, con pinturas en muy diversos formatos. Después de un par de años en esto, tuvo un giro hacia el óleo, con una técnica muy impresionista, en la cual desarrolló la búsqueda del paisaje. Seguidamente, pasado el 2000, comenzó a buscar un paisaje dentro del neo-impresionismo, el que uniría al uso del pigmento de lapislázuli, que emplea en muchas de sus obras hasta hoy día.
Al preguntarle de dónde proviene su inspiración a la hora de danzar con sus pinceles, ella comenta: “Viene de la fuerza del espíritu de mis ancestros escandinavos, que se deja sentir en todas mis obras. Por eso que hace años un periodista en Liepzig, Alemania, me llamó Der Maler Lichter magische, o sea ‘La Pintora de las Luces mágicas'», agregando que dichas luces son las que le hablan y cautivan al espectador, sin importar de qué país sea.
En sus 25 años de carrera pintando, esta mujer que dejó las zapatillas de ballet para tomar el pincel. Ha forjado una carrera con reconocimientos que traspasan nuestras fronteras, contando con una larga lista de exposiciones en importantes ciudades del arte mundial como Nueva York, Leipzig, Barcelona, Lisboa, Portugal, París, Francia, Roma, entre otras.
En estos días esta dedicada completamente a cerrar el 2015 con su próxima exposición individual en Chile, titulada Heritage, que incluirá un mix de diferentes series, pasando por Mitología Escandinava, Sol de medianoche, Auroras boreales, Voces del Ártico, Patagonia Boreal y Tránsitos polares. Dicha muestra se presentará desde el 24 de Noviembre al 7 de Diciembre en la Galería Arte Mundo Sur, de Alonso de Córdova. Mientras tanto, ya tiene en carpeta una propuesta para exhibir en Viena el 2016.