Imágenes cortesia de la artista.
Ana Negro es una artista plástica que desde 1989 no ha parado de pintar y crear. Nacida en Argentina, país donde vive y trabaja, se define como una persona antigua, con más años de los que posee, esto a raíz de su relación con los tiempos modernos que vivimos: “Cuando digo antigua me refiero, por contraposición a la ‘modernidad líquida’ de la que habla Bauman en los tiempos de la modernidad tardía y la posmodernidad. Hay densidad en mí, consistencia, no ligereza. Amo aquello que permanece, como las piedras milenarias de antiguas catedrales. Todo esto para decir que mi persona y mi producción plástica son completamente anacrónicas a este tiempo”.
«Mi manera de concebir el proceso de creación es muy próximo al concepto de téchne de los griegos. En este concepto se aúnan el hacer y el saber hacer».
La obra de Ana se enfoca fundamentalmente en la figura humana como un todo, donde los cuerpos interactúan a manera de arquitecturas humanas. Su trabajo plástico está enteramente vinculado a la representación de los cuerpos en la bidimensión, dejando las señales de la historia, del tiempo individual y colectivo impregnado en su obra: “La obra es todo lo que puedo hacer y decir sobre mí. La concepción escultórica y arquitectónica de los cuerpos representados sobre el plano, la arbitraria iluminación sometida al requerimiento del trabajo plástico, el barroquismo de la forma , la utilización de mínima materia y una paleta cuasi minimalista son los recursos expresivos en los que se soporta mi quehacer plástico”.
Desde muy joven Ana quedó impresionada por la obra de Leonardo Da Vinci, Rafael y Miguel Ángel, principalmente por las formas y las masas descomunales de los cuerpos de este último. Todo este conocimiento fue acumulándose en la vida de esta artista de manera autodidacta, puesto que Ana nunca asistió a alguna academia o universidad, sino que se dedicó a aprender la teoría desde el hacer y el saber hacer: “No tengo ninguna formación académica solo concurrencia a talleres libres de Estímulo de Bellas Artes con modelo vivo. Soy autodidacta. Mi pasaje transitorio y breve por dos talleres privados hace más de dos décadas no lo incluyo porque no ha sido significativo en el desarrollo de mi trabajo en ninguno de los dos casos”.
Por ello, el proceso creativo de esta artista plástica consiste en trabajar con un grupo de artistas corporales a quienes convoca periódicamente cada dos o tres años: “Les planteo, con la ayuda de coreografías básicas, diversas estructuras espaciales y líneas de tensión a fin de producir la interacción de los cuerpos a manera de arquitecturas humanas. Se efectúan múltiples capturas rápidas fotográficas de innumerables enfoques tomados desde todos los ángulos y alturas físicamente posibles y con cambios permanentes en la iluminación”.
Todo ese material obtenido sirve para la documentación base que utiliza en todo el proceso posterior, donde se introduce el objeto central de la obra, el cuerpo humano desnudo sin ninguna voluntad discursiva o anécdota, ya que según Ana Negro éstos “interfieren con el proceso creativo, lo obturan y lo banalizan”.
De esta forma la obra de Ana Negro es un intento de recuperar el estatuto de humanidad del que han sido y son despojados desde siempre, intentos de representación en el lugar de la pérdida, donde la ética y la estética procuran conjugarse en equivalencias de forma y color. “Mi manera de concebir el proceso de creación es muy próximo al concepto de téchne de los griegos. En este concepto se aúnan el hacer y el saber hacer. En la noción de des-ocultamiento, de traer ahí delante a la presencia aquello que permanecía oculto y en tal sentido ser una de las formas de acceder a la verdad”.
Este acceso a la verdad la ha llevado a exponer en Italia, Nueva York, Alemania y su natal Argentina; además, obras suyas se encuentran en colecciones privadas de EE.UU., México, España, Francia, Bélgica, entre otros países. “La experiencia de las muestras ha sido diversa, en algunos casos con más conmoción personal por la devolución del público, en particular en Roma, pero en general es enriquecedora en lo que significa, una vez más, distintas miradas y observaciones sobre el trabajo realizado. La cuestión de la multiplicidad de miradas sobre un objeto ha sido siempre de interés para mí, tanto en el quehacer plástico como en la observación por parte del público del producto terminado”, explica la artista.
Actualmente Ana Negro se encuentra trabajando intensamente en proyectos de exhibición personal para 2016 en Argentina, sin embargo, aún no cuenta con una sede física confirmada para realizar la muestra.