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Imágenes cortesia del artista.

La artista Angélica Fuentes tiene un profundo interés por los recuerdos y la memoria. Sus inquietudes la han guiado hacia un proceso creativo en el que investiga cómo los objetos pueden ser portadores de una fuerte memoria emotiva. De este modo, sus obras constantemente nos transportan a un pasado incierto, anónimo y eminentemente femenino.

«Ser artista, para mí, es ser un reflejo de lo que acontece en la actualidad, transmitiendo todo ese ‘sentir’ a través de la creación»

Angélica es Licenciada en Artes de la Universidad Andrés Bello, pero inicialmente estudió Arquitectura en la misma universidad, entre 2006 y 2009. Uno de los grandes motivos que la llevaron a cambiar de disciplina fue su gran interés por el arte. “Quería dibujar, pintar, esculpir y mostrar lo que sentía a quien quisiera verlo, no trabajar en la maqueta de un posible proyecto que nunca se iba a realizar”. Posteriormente se interesó por la creación de objetos e instalaciones, y desde ahí ha desarrollado la mayoría de sus proyectos.

Una de las motivaciones más importantes de la artista radica en la comprensión que tiene de su rol. “Ser artista, para mí, es ser un reflejo de lo que acontece en la actualidad, transmitiendo todo ese ‘sentir’ a través de la creación”. Es por esto que sus obras nos proponen dos temas sobre los cuales reflexionar: la memoria y lo femenino. Ambas nociones se despliegan en cada uno de los objetos que ella crea, y que han sido confeccionados a partir de diversas prendas íntimas y muebles usados.

© Angélica Fuentes

© Angélica Fuentes

Además, como parte de esta forma de comprender su rol de artista, Angélica trabaja como profesora adjunta en la misma universidad en que estudió, donde transcurre una parte importante de su desarrollo profesional. “Me gusta enseñar lo que sé y me gusta aprender de las personas a las que enseño, es una retroalimentación constante. Ser docente te motiva todos los días a superarte en todo sentido”.

La importancia de la memoria en los objetos que utiliza Angélica se enfrenta a la imposibilidad que tenemos de acceder a sus historias o a los secretos que ellos mismos guardan. Es así como un objeto antiguo se convierte en un desafío, ya que porta una memoria de lo indecible. De igual modo, la creación de sus obras de arte está marcada por el uso de prendas femeninas que han sido vulneradas en su intimidad, como enaguas, calzones, batas, etc. El lugar de lo femenino en ellas se ve igualmente sentenciado al silencio, al forzar las prendas a tomar una forma que no les corresponde. “Cada parte del mueble intenta emular el cuerpo de la mujer, representando un color, un pliegue y una forma distinta”, explica la artista. Sin embargo, no vemos cuerpos femeninos, sino más bien figuras tensas, materiales rígidos y “cuerpos que se han transmutado y transformado en otro cuerpo. Y a medida que el material se ve forzado a cambiar, la función de los cuerpos también cambia”.

© Angélica Fuentes

© Angélica Fuentes

Corpóreos. Del secreto al objeto es su primera exposición individual y fue el resultado de una investigación que duró dos años, y que hizo patente su interés por explorar objetos que provienen del interior del hogar. Particularmente del interior de la vida de las mujeres. Gran parte de su obra reciente gira en torno al secreto familiar, a la mujer protectora y a la capacidad que ésta posee para hacerse cargo de su familia. Esta exposición consistió en una instalación de muebles que fueron modelados a partir de resina y diferentes tipos de prendas íntimas femeninas que nos hablan de “la intimidad que posee la mujer y que oculta en un cajón, en un florero, la deja en la silla, la pone en un marco, se refleja en un espejo. Son los secretos del diario vivir que oculta a una sociedad donde se la castiga y controla por sus actos. Su única arma de defensa son los secretos que pueden llegar a tener. El saber es poder”.

“Crear la exposición Corpóreos logró que surgiera en mí un interés por el mobiliario que quizás ya poseía desde antes y no me había dado cuenta. Mi abuelo fue carpintero y crecí rodeada de muebles viejos”. El claro interés por el mobiliario que esta instalación sacó a la luz, desembocó en la co-fundación de Patrimonio Mueble. La artista trabaja paralelamente en este proyecto, que consiste en una micro empresa de restauración y reutilización de muebles y objetos con historia. Ella confiesa que desde siempre ha sentido una curiosidad innata por todas aquellas cosas que ya pertenecieron a alguien. Es así, que la artista Angélica Fuentes está decidida a trabajar una misma curiosidad desde distintas perspectivas. Sus objetos abandonan la intimidad y se exhiben por completo, adoptando formas nuevas (y renovadas en el caso de los muebles). Tanto sus obras de arte como los muebles que ella restaura, nos hablan de los recuerdos que portan los objetos cotidianos que sólo llegan a intuirse como secretos.