José Cori comenzó dibujando. En la universidad empezó a pintar, para luego pasar a las instalaciones y objetos de arte. Aunque aún realiza trabajo bidimensional, apunta que cada idea demanda una forma propia para convertirse en obra.
«Me ha interesado sistemáticamente crear objetos que conformen una suerte de unidad entre cosas distintas, como una forma dialéctica”
«Cuando uno se encuentra con un objeto es evidente su fisicalidad, su peso, sus dimensiones espaciales; es muy distinto a ver una representación gráfica del mismo. Es casi una necesidad de realidad la que me llevó a buscar más los objetos”, comenta el artista. Así, José empieza desde una intuición en torno a la estética de algo concreto, cualquier cosa que le llame la atención de la vida diaria. Desde ahí y desde las connotaciones de los propios objetos, lo que le interesa es su yuxtaposición, generar cruces de referencias culturales y el cómo a partir de estas aproximaciones se puede conformar obra.
En estas, busca crear la unión de cosas que se distancian culturalmente, comprendiendo sus propias cargas históricas y materiales: “Me ha interesado sistemáticamente crear objetos que conformen una suerte de unidad entre cosas distintas, como una forma dialéctica”, explica. Asimismo José Cori le otorga una importancia al material desde el que trabaja, y a las connotaciones que trae consigo; es un escuchar y observar la materialidad.
Además del trabajo en instalaciones, José continúa pintando y dibujando, de hecho ahora trabaja en pintura en mediana escala y dibujos. Esto dificulta una definición de su obra, pero podría acotarse a la generación de un arte que él mismo entiende como apertura, como un trabajo que se encuentra en permanente relación con otras situaciones. Este principio transita por la obra de José en general. La búsqueda de una manera adecuada de representar su intuición define luego la materialidad y la técnica a utilizar, “siempre busco la forma más efectiva o más potente de llegar a la finalidad de cada cosa”, comenta José.
Sobre los materiales declara que varias veces ha optado por un cruce –volvemos a la yuxtaposición– entre lo natural y lo industrial, o prefabricado. Así es como podemos encontrar de ambas campos cosas como: piel de conejo, globos plásticos, cuernos de ciervo, tarros de conserva, un pescado, etc.
Mientras tanto, sus referentes también son una confluencia de artistas contemporáneos, modernos y clásicos; menciona a Sarah Lucas, Neo Rauch y Matthew Ronay, como también las ilustraciones de Doré, Daumier, o las pinturas de Rubens. Influencias tan diversas como su técnica, pues, para él, no tiene que ver simplemente con el gusto inmediato por algo, sino que son también cargas históricas. “El espectro de las referencias se escapa de las dimensiones del arte visual. Me influye mucho la literatura y sobre todo la poesía”, declara.
La obra de José es la búsqueda y creación de nuevas relaciones de sentido, que se sostiene en la composición de elementos que generan uno nuevo, uno que se sostiene por sí mismo, que no depende de un discurso pues su peso, su carga estética, es suficiente para proponer una unidad autónoma, que permite o reúne diferentes impresiones.