La crítica, curadora y gestora argentina Marcela Römer presenta en la Bienal de Cuenca la microcuraduría “Fronteras vacilantes del desconcierto”, una reflexión lúcida sobre los cambios radicales que atravesó el arte contemporáneo después de la pandemia. Su participación en la edición The Game aporta una mirada sensible y profundamente ligada a las transformaciones culturales recientes.
Una curaduría desde el desanclaje
Römer parte de una premisa clara: el arte actual vive un desplazamiento profundo. Como señala, “la idea general de la curaduría se basa en el desanclaje que vivimos en la actualidad en el mundo del arte después de la pandemia del COVID-19”.
Ese quiebre global no solo modificó prácticas, sino que, según la curadora, volvió la representación artística “un espacio de muchísima incertidumbre”, abriendo nuevas variables que analiza en su propuesta.
En diálogo con el concepto general de la bienal, explica que The Game es un marco que ofreció una amplitud fértil:
“La bienal nos dio la posibilidad con ese anclaje teórico de repensar la escena del arte internacional de la manera que nosotros quisiéramos… me parece una señal muy efectiva de la bienal.”
Selección de artistas: diálogos desde el territorio
Uno de los ejes más relevantes de esta edición ha sido la integración de artistas locales. Para Römer, esta decisión enriqueció profundamente el proceso: “Trabajar con un artista ecuatoriano ha sido de gran riqueza… nos ha puesto en zona de límite fronterizo dialógico con Ecuador”.
El formato de microcuradurías —equipos compactos en los que cuatro personas trabajan de manera conjunta— facilitó un proceso fluido: “Forman un núcleo que circula, ejecuta, define y piensa de formas muy fluidas.”

La propuesta curatorial se articula desde una mirada política y sensible, donde el territorio es una plataforma de tensiones actuales.
“Después de la crisis mundial de la pandemia… todas estas ideas se trastocaron y se volvieron mucho más candentes y frágiles al mismo tiempo”. Ese carácter inestable y a la vez urgente marca la lectura que Römer propone dentro del espacio expositivo.
Latinoamérica y el mundo como resonancia
El enfoque curatorial de Römer se construye desde un diálogo activo entre lo regional y lo global. La pandemia, señala, sigue siendo un punto de inflexión ineludible: “Por más que parece que nos olvidamos de todo lo que sucedió… ese contexto internacional tan fuerte ha influido grandemente en el mundo cultural.”
Su intención es articular una reflexión desde la experiencia latinoamericana hacia la escena internacional, en un cruce constante: “Podremos analizar el contexto cultural internacional desde lo regional local en un feedback que justamente construye el juego (The Game).”

Fotografías Gustavo Goñi