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Lavando ropa pensando en él es un libro de cuentos del escritor Sergio Pavez que reúne ocho narraciones cortas en tono de comedia, llena de chilenismos y situaciones donde los protagonistas tienen oportunidad de demostrar su lado más patético a partir de situaciones salidas de la cotidianeidad y lo fantástico. Libros de Mentira es la editorial que suma este volumen a su catálogo de verdades.

“Rodolfo está asomado por la ventana frente a Lorena, mirando al león que no se ha movido de donde se echó a dormir hace ya más de media hora. Se ha vuelto a poner la pistola en la parte trasera del buzo, pero ahora la saca y apunta hacia el animal”

El primer cuento del libro se llama León, y a través de la irrupción de un león en un barrio residencial conduce una historia de temor y cazadores. Hay tres personajes en esta historia: el animal, Rodolfo y Lorena. El rey de la selva inicia la historia caminando en plena majestuosidad por los muros que dividen la casa de la pareja y sus vecinos. Se escapó del circo hace poco, avanzó por la jungla de cemento y se hizo parte de la vida de un hombre con depresión y su pareja self-made woman. En el tarot la carta de La Fuerza muestra a una mujer amansando un león, al que sostiene por las fauces porque es capaz de dominar el valor y actuar con entereza en situaciones de alto estrés. Lo mismo pasa con Lorena, ella tiene un instinto cazador, dominante, ella es la primera en notar la presencia del animal, ella es quien toma las decisiones. Rodolfo, en cambio, luce derrotado hace meses y el episodio no lo encuentra en sus mejores condiciones. Las garras de la muerte se pasean por el patio, un vidrio separa a la bestia de la pareja, una vecina escucha a todo volumen las canciones de Enrique Iglesias, es un sábado de enero que debería ser tranquilo y caluroso como cualquier otro. Pero entra la pluma fantasiosa de Pavez y agita las cosas con su ficción.

Los otros siete cuentos del libro tienen ese mismo aire de comedia extraída de situaciones que pueden sucederle a cualquier hijo de vecino, es una mirada al chile íntimo, a las casas y preocupaciones de gente común y corriente viviendo sus pequeñas grandes aventuras. Hay, por supuesto, una mujer lavando su ropa y pensando en el hombre que la abandonó, glorificado en su ausencia tal como lo hiciera hace unos años la pensionista de la cinta francesa Amélie. El abandono y una compañera infaltable: la radio. La referencia a corazones rojos en el título de la canción no permea el gusto musical de la protagonista de esta historia, pero la suya es una historia de empoderamiento femenino desde distintos ángulos.

“La familia Avendaño Jaramillo se movía por inercia y un día, un viernes, el señor Avendaño se bajó de la rueda y no volvió a subirse más.”

En la historia del Gato Mamani nos encontramos a un gato encerrado, dando vueltas como un león en un minúsculo patio. Un destino circular producto de los ojos rasgados y la vergüenza de ser un problema para el resto. Hay puertas en la mente que son difíciles de cruzar para quienes viven sin privilegios y sin honor, levantar la voz puede ser una de ellas. Hay otra historia que involucra un felino, Buenos vecinos, la narración que cierra el volumen. La historia incluye a un hombre que riega, un auto pasando por la calle y el gato de la vecina. Son historias de gente que actúa por inercia, sin querer afrontar la situación fuera de la rutina que les tocó vivir. Y ahí está la gracia de los cuentos para adultos de Lavando ropa pensando en él.