A tres décadas de la muerte del artista chileno, la exposición José Venturelli, 30 años: humanista y viajero, que se presenta entre el 23 de agosto y el 4 de noviembre en el Museo Nacional de Bellas Artes, hace una revisión al legado del creador tanto en nuestro país como en el extranjero, apartir de una variada selección de obras y de un plan de mediación que invita a reflexionar tanto al visitante como a los ciudadanos del mundo virtual.
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Alê Jordao | “Entre el arte y el diseño”
Bajo la curatoría de Christian Leyssen Silva, la gestión de la Fundación José Venturelli y el financiamiento del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, a través de la convocatoria Fondart 2018, esta muestra conmemora y reivindica la figura de José Venturelli (Santiago, 1924 – Beijing, 1988) como un artista comprometido, viajero y profundamente humanista. Un autor que se propuso retratar la realidad social, inspirado en los grandes ideales y cambios que vivió la sociedad de su tiempo; involucrándose con intelectuales, políticos, obreros y campesinos; e incorporándose de lleno en las reformas culturales que le tocó vivenciar.
La propuesta curatorial, que incluye grabados, dibujos, pinturas, afiches, murales y vitrales, se plantea a partir de una revisión de la labor del artista en Chile (1942 – 1950/1966 – 1973), China (1951 – 1959), Cuba (1959 – 1964) y Suiza (1973 – 1988), países considerados los centros o plazas principales en los que trabajó extensamente y desde los que se trasladó además a otros destinos.
Durante estos viajes, destacan hitos como su amistad y colaboración con el artista mexicano David Alfaro Siqueiros en su famoso mural Muerte al invasor en Chillán; sus grabados para la ilustración de la edición clandestina de Canto General del Premio Nobel de literatura Pablo Neruda; su labor como precursor de las relaciones de Latinoamérica con la República Popular China y su influencia en el arte de este país. También son relevantes los murales que realizó en Cuba por encargo del Che Guevara y el mural más grande de Suiza, en la Escuela Balexert, así como los que hizo en la casa Central de la Universidad de Chile y en el mítico edificio de la UNCTAD III.
De acuerdo al curador, desde un “realismo expresionista”, la obra de Venturelli “posee tres grandes ejes temáticos: el padecimiento de la pérdida de dignidad; una búsqueda para regresar a ella como a un origen y la construcción de un camino común. En éstos se hacen presentes a su vez dos motivos basales: el ser humano y la naturaleza, los que él piensa en una mutua y determinante continuidad existencial”.
Reflexión participativa ¿De qué modo las imágenes y temas de Venturelli se hacen actuales? En torno a estas y otras interrogantes busca reflexionar el plan de mediación, que con el apoyo de Red de Mediación Artística y de Intact Proyect, se implementará durante la exhibición, replicando el alma comprometida, viajera y expansiva del creador chileno. Museo Nacional de Bellas Artes José Venturelli, 30 años: humanista y viajero 23 de agosto al 4 de noviembre de 2018
Interacción en sala Mediante postales impresas se invitará al público a responder y generar preguntas sobre la actualidad de las problemáticas y motivaciones que inspiraron al artista. Las postales podrán ser depositadas en un buzón instalado en la muestra.
Interacción en Twitter Se generará un vínculo entre la muestra en el MNBA y personas que habitan o circulan en espacios próximos a otras obras del artista, situadas en Cuba, China y Suiza, las que también tendrán presencia en la sala a través de reproducciones. Etiqueta: #VenturelliPregunta
El resultado de ambos tipos de interacción se recopilará y se difundirá en la página: www.joseventurelli.com