La predominancia de las figuras esféricas en la obra de Grimanesa Amorós, se debe a que éstas se ligan a la vida orgánica, a sus raíces culturales, al movimiento y al nacimiento. Asimismo, la luz juega un papel trascendental en la configuración de su obra, ya que no solo es utilizada con fines estéticos, sino que trasciende del mero hecho de iluminar lo objetos y los dota de vida.
Tomándose el espacio, la artista es capaz de contar una historia con sus obras, surgen desde la oscuridad, de lo inhóspito, para iluminar y vincularse con el entorno.