La madera ya no necesita ser tallada para convertirse en una obra de arte. En distintas partes del mundo, hay personas que organizan sus pilas de troncos en forma de bellas imágenes que desaparecen gradualmente.
El fenómeno ha sido tal, que, dependiendo del corte y de la madera las imágenes que se generan con el registro fotográfico ha sido exhibido en diversas galerías al rededor del mundo.
