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Una mirada a “La Fuente” de Marcel Duchamp

By 23 de agosto de 2016septiembre 12th, 2024No Comments

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Marcel Duchamp lideró una época que determinó el desarrollo del arte contemporáneo. Su estilo sarcástico y experimental marcó al dadaísmo y al pop que vino posteriormente. La historia que rodea a una de sus obras más emblemáticas, «La Fuente», muestra el genio irónico que tanto explotó el artista francés.

El surgimiento de la idea detrás de esta creación se remonta a 1917, justo cuando Duchamp, junto a su amigo el pintor Joseph Stella, y el mecenas Walter Asenberg comían en uno de los restaurantes de Nueva York. Luego de la velada, los tres se dirigieron a la ferretería J. L. Mott Iron Works, en donde Duchamp compró un urinario blanco.

Nadie se imaginó en ese momento que Duchamp enviaría el urinario a la Sociedad de Artistas Independientes. Bajo el título “Fuente”, el artista firmó su nueva obra con el seudónimo R. Mutt. Su meta era que esta fuese aceptada para la exposición anual que la organización haría en 1917.

Este ready-made se ríe de la intelectualidad y la petulancia que rodea al mundo intelectual ligado al arte. Su interpretación cuestiona el verdadero concepto y sentido de lo que es y lo que no es arte. También se instala como una parodia del esnobismo burgués.

Aunque fue rechazada, “La Fuente” es considerada la primera pieza de arte conceptual. En ella el concepto es más relevante que la estructura en sí, estéticamente hablando. Actualmente es considerada una de las obras de arte más relevantes del siglo XX, según cientos de especialistas británicos.

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Marcel Duchamp led a time which determined the development of the contemporary art. His sarcastic and experimental style marked the Dadaism and the Pop that came afterwards. The history that encircles one of his most famous works La Fuente shows the ironic genre that the French artist exploded.

The emerging of the idea behind this creation dates back to 1917 just when Duchamp, together with his friend the painter Joseph Stella and the patron Walter Asenberg, were dinning out in a restaurant in New York. After the evening, the three of them went to the hardware store J. L. Mott Iron Works, where Duchamp bought a white urinal.

Nobody imagined in that moment that Duchamp would send the urinal to the Société des Artistes Indépendants (Society of Independent Artists). Under the title Fuente (Fountain), the artist signed his new piece with the pseudonym R. Mutt. His goal was that this fountain was accepted for the annual exhibition that the organization would open on 1917.

This ready-made laughs of the intellectuality and pretension that surrounded the intellectual world bounded to art. His interpretation questions the true concept and sense of what art is and is not. He also settles himself as a parody of the well-off snobbism.

Even though it was rejected, «La Fuente» is considered the first piece of conceptual art. In it the concept is more relevant than the structure itself, esthetically speaking. Nowadays, is considered one of the most relevant works of art of the XX Century, according to hundreds of British specialists.

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