En Rusia las personas con capacidades diferentes han sufrido la discriminación de un sistema poco amigable con ellos. Conocida es la desigualdad en torno a temas de orientación sexual y casos en donde, según Human Rights Watch, niños con discapacidad han sido expulsados de sus colegios.
Esta realidad también se ve en las instituciones culturales. Aunque en junio nueva legislación que prohíbe este tipo de discriminación entró en efecto, esta realidad aun se ve en los museos de Rusia. El Museo Garage de Arte Contemporáneo en Moscú innovó al respecto al desarrollar “Co-pensadores”, un programa que permite el acceso a todas las salas del museo a personas discapacitadas.
Según la curadora del Museo Garage, Anastasia Miyushina, el pueblo ruso conoce muy poco del arte contemporáneo. Dentro de ese grupo, las personas ciegas conocen una fracción que los demás.
El programa se renueva anualmente y consiste en una coproducción de cuatro creadores con diversas discapacidades y su objetivo es acercar a todo público a las galerías y salas del museo. En total, la exhibición proviene de colecciones privadas y supera las 18 obras de artistas como Robert Rauschenberg, Maurizio Cattelan, James Turrell y otros.
La exposición incluye modelos en 3D para que los visitantes puedan interactuar con ellos a través del tacto. Para hacer más fácil el proceso, no hay que registrarse en la recepción, simplemente acceder al museo y explorar.
Durante este año “Co-pensadores” se enfocará en las personas sordas. En septiembre, el museo Garage espera reunir a más de 50 curadores y profesionales de otras instituciones culturales para capacitarlos en temas de inclusión y servicios para personas discapacitadas.