En 1640 Países Bajos (hoy Holanda), se independizaba de la corona española. El calvinismo reformista se esparció entre la burguesía de la nueva república, lo que marco un distanciamiento del catolicismo clásico español. Esto fue un cambio crucial, ya que para el catolicismo de aquella época el rey era el intermediario entre los fieles y Dios. Por su parte el calvinismo creía que esta relación debía darse directamente entre los feligreses y la divinidad.
El contexto social influenció fuertemente el arte en la zona. Ahora su público ya no se centraba en nobles y altos religiosos; los burgueses pasaron a ser los principales patrocinadores de los artistas. Se dejan atrás las obras que muestran estados de ánimo, mitos heroicos o escenas religiosas.
Ahora el arte muestra situaciones cotidianas; retratos de gente común y de realidades domésticas. El paisaje cobró una importancia central como temática. A través del uso de tonos verdes y ocres, se crearon escenarios con un cielo usualmente nublado acompañado por un molino o casa que descansaba atrás de la composición. Las llanuras, propias de la geografía de Holanda, hicieron que la línea del horizonte se dibujara más abajo de lo habitual. La luz acompañaba tácitamente el sentimiento que trataba de evocar el artista en su obra. Se trata de un estilo naturalista pensado para ser “colgado” en la casa de un burgués común.
Entre los exponentes más emblemáticos de la pintura holandesa podemos encontrar:
REMBRANDT VAN RIJN (1607-1699)
Rembrandt pasó la primera mitad del siglo XVI disfrutando del éxito que trajo la venta de sus obras. Posteriormente su estilo de vida, basado en el mundo intelectual y el goce de pequeños lujos, se vio afectado por el descenso de ventas de sus cuadros. El público holandés, que había cambiado de gustos y se había visto saturado de obras artísticas dejó de comprar a Rembrandt. Su vejez la transcurrió en soledad y en medio de menos comodidades materiales que en la juventud.
Aunque en sus comienzos fue influenciado por el tenebrismo italiano –que entrega dramatismo a la obra a través del uso de la luz–, su estilo se caracteriza por caracterizar con gran acierto paisajes y retratos de grupo. En estos últimos se ve un conjunto de burgueses con sus ideales democráticos y profesionales.
Rembrandt – Lección de anatomia del doctor Tulp
Rembrandt – La ronda de noche
JAN VERMEER (1632-1675)
Aunque su producción artística no superó los 50 cuadros, la influencia de Vermeer en el arte holandés es innegable. Su temática ronda la vida cotidiana burguesa y el retrato de paisajes. A través del uso de una paleta de azules y amarillos, el estilo de Vermeer le hizo merecedor del apodo del “maestro de la luz holandesa”. Su obra más conocida es La joven de la perla, la que para muchos rivaliza en calidad con La Mona Lisa de Da Vinci.
Vermeer – La joven de la perla