Todo lo que ves es madera. Sí, todo. El mundo de duendes, retratos y semblantes que aparecen entre las ramas no están superpuestos, sino que forman parte de ella. Del árbol nace un ser, de aquellos seres que desde la mitología habitan los bosques, los iluminan y contagian con su magia las leyendas de culturas completas.
©Tatjana Raum
Esta artista ha cruzado los límites de la prolijidad, los trasgrede con soberbia belleza, consiguiendo acabados que cuesta pensar provienen de la materia prima que hace al fuego. El tallado y esculpido es tan exacto que las pieles quedan tersas, el delineado de las facciones del rostro, consigue un hiperrealismo tan puro que sus esculturas coquetean con la realidad más primitiva.
©Tatjana Raum