El artista boliviano Gastón Ugalde está en el ojo del huracán luego de que dos de las obras que llevó a exponer al continente europeo fueran destruidas en la aduana antes de llegar a puerto. Se trata de dos piezas cuya manufactura incluía el uso de hojas de coca, por ejemplo, para reconstruir el logo de Coca Cola y que ponen sobre la palestra nuevamente un tema bastante recurrido en los últimos años: la diferencia entre la hoja de coca y la cocaína.
El pueblo Boliviano, sobre todo aquel más devoto del arte, ha manifestado su profunda indignación contra la acción policial holandesa y sobre todo por la connotación peyorativa que las obras de Gastón Ugalde generaron en torno a su llegada al continente europeo.
La muestra en cuestión está programada hace más de un año. Sería curada por la artista Scarlett Hooft Graafland, encargada directamente por el Banco Central Holandés (DNB, Dutch National Bank) para armar una exposición con sus artistas favoritos para la galería DNB. Dentro de sus exponentes estuvo el destacado artista Boliviano que iba a aportar a la muestra con dos de sus obras. El acuerdo, convenido el año pasado, contemplaba que las obras de Ugalde estuvieran expuestas a partir del próximo 9 de junio.
El artista ha dicho que enviará una nueva obra a la exposición para reemplazar las que iban en su espacio. Ante el hecho, la artista holandesa con el apoyo de una carta de Alexander Strengers, presidente de la Comisión de Arte de DN, pidió a un tribunal de Amsterdam devolver las obras recalcando y poniendo “hincapié en la importancia de la técnica para la exposición”. La respuesta del tribunal le dio la venia por lo que las obras fueron a ser rescatadas del lugar. Sin embargo, al llegar a Aduana para reclamarlas, el personal a cargo concluyó que las obras, luego de ser incautadas debido a que las hojas de coca “están en la lista 1 de la Ley del Opio: la ley es la droga”, establecidas en las normas de Holanda, fueron destruidas.
“Cementerio”, es el nombre de la obra que viaja en sus reemplazos y según han informado los organizadores, lo más probable es que la pieza no llegue a tiempo para la exposición.
DEBATE
La hoja de coca. De la planta así sin más. En este caso barnizada, con químicos, intervenida para los efectos de un mostrario e impedida de volver a su estado natural, fuera del alcance de volverse medicina… fuera del alcance de transformarse en cocaína. ¿Qué cree usted que es?
Gastón Ugalde es reconocido en el mundo entero. Su excéntrica, bullada y sobretodo irruptiva y controversial obra puede generar crítica, incluso rechazo si se quiere, también una enorme acogida. Pero ser destruida es algo distinto; sin consentimiento, claramente, algo peor. En manos de la justicia está la resolución de este altercado, sin embargo, las obras ya no están en juego. Las obras dejaron de existir, están en imágenes: la peor forma de matar la presencial contemplación del arte. Y es que en torno a la materia prima de la droga existen dilemas sociales. El argumento, sea quien sea que lo ocupe en su discurso, se volverá polémico y dará que hablar, pero ¿no es esa la misión del artista?, cuestionar, interpelar, crear consciencia. ¿Estaba realmente Gastón Ugalde haciendo tráfico? ¿Acaso promoviéndolo? ¿Consumiendo? Son matices claro está, matices que la ley, en este caso no contempló, pero a propósito de este habrá muchos más seguro. Y ¿qué se hace?, ¿acabar con la creación profesional de un artista que usa materiales controversiales? ¿devolverla a su sitio? ¿dejarla pasar?