» Sólo he estado interesado en el lado artístico de la vida «
Sir Elton John, el músico. Consagrado en los escenarios, aclamado por la crítica y venerado por muchos de sus seguidores. El mismo que creó al Rocket Man – u hombre cohete si se quiere- guardaba, como en muchas otras aristas de su vida, un secreto: más de 7.000 fotografías, seleccionadas en base a su propia curatoría dentro de sus pertenencias. Una vasta colección que denomina como la virtud vehemente de la fotografía moderna.
Mutual misunderstanding
After the fact
Sensitivity builds a prison
In the final act
Sacrifice, Elton John
La sensibilidad construye una prisión en el acto final, canta el británico en Sacrifice. Esa sensibilidad que al tiempo expresa con soltura parte de la interioridad del ser humano, lo limita en su libertad, por estar preso de su intención y sus afectos y en manifiesto de ellos involuntario, sólo por natural y espontáneo.
De ella resulta lo exótico, atípico y distintivo de cualquiera, pero en este caso de él. Aún visto excediendo las cualidades comunes y corrientes lo que el artista proyecta, también lo hace su colección fotográfica. Tiene más de gustos personales, que de categoría garantizada por el mundo expertise del arte y, sin embargo, La Tate Modern le ofreció con gusto las murallas de su magno galería para acogerlas en varios de sus salones.
«Tengo muchas fotografías», dijo en algún minuto el artista. En efecto las tiene. Tiene más fotografías que canciones y que no les sorprenda la oportunidad de tener acceso a su interioridad más a través de ellas que de sus propias canciones. Más allá de la metáforas los números cuentan más de 7.000 fotografías. Man Ray y Berenice Abbott, lo interpelaron en algún minuto y también el húngaro André Kertész y el ruso Aleksander Ródchenko. Eso por decir algunos y basarnos en la popularidad.
And did you think this fool could never win
Well look at me, I’m coming back again«I’m Still Standing», Elton John
La fotografía del siglo XX le trae a la vida, le cosquillea el estómago, le hace vibrar las cuerdas vocales… y lo escuchamos. Pero pronto lo veremos también. «¿Pensaste que este tonto no podría ganar?», dice en i’m still standing y luego, la oportunidad que está por venir en noviembre de este año en la Tate Modern para que pueda con autoridad dejar el verbo escuchar y trasladarse a los que quieren, literalmente verlo a través de algo. «Mírame, vuelvo de nuevo», y vuelve con The Radical Eye -o el ojo radical-, una muestra esta vez que se podrá ver a partir del 10 de noviembre y es una exhibición de parte de su colección de fotografías. Serán 150 trabajos y más de 60 artistas. «La era modernista en fotografía es uno de los momentos clave de la historia y coleccionar piezas de este período me ha traído mucha felicidad durante los últimos 25 años», dijo el cantante inglés al anunciarlo.
Comenzó a conmoverse y adquirir imágenes en 1991, para poder encontrar más aristas y disciplinas en las que canalizar las evidentes fuerzas que lo mueven hacia lo artístico. Gracias a ellas podremos tener acceso a fotografías de Alfred Stiegliz, Berenice Abbot y Edward Weston.