Mayas de cables que forman humanos, edificios arquitectónicos, cubos, realidad. Tresoldi es escultor y romano y a través de sus redes concibe personajes y edificaciones creando una doble apariencia y un discurso de paradojas entre lo visible y lo invisible, lo empírico y lo ficcional.
Lo suyo es el gran formato y una compañía especial. La presencia de un algo que no se consolida y, sin embargo, está ahí su silueta, su huella palpable. Y la vida se vuelve permeable donde puede colarse el aire, la mirada y la reflexión, pero asoma convicciones, ideas preconcebidas o argumentos propios de la mente a los que evocan estas figuras, mitad reales, mitad imaginarias.