Capas y capas. Pétalos coloridos o de límpido blanco que sujetan en su estado formas: complejas estructuras de impresiones manufacturadas. Son, sin lugar a dudas, intervenciones largas y demandantes, de calculado y frío pulso. Pero lucen dulces, como caramelos, alegres como carnavales, sutiles y flotantes como aves.
Son alegorías. En ocasiones la utopía de una metáfora no sólo verbalizada, sino expuesta a secas en la realidad: una intervención. Las instalaciones de Crystal Wagner producen la sorpresa de la magnitud, el estremecimiento del detalle, el cosquilleo de las múltiples texturas y el deleite de la belleza. Y así funciona en el arte: uniendo la contemporaneidad con el discurso, apropiándose de múltiles técnicas para crear la suya, sin igual, sin límites.