Diez años de ir y venir. Fue en 2001 cuando la colombiana Lina Sinisterra ganó el concurso de la Comisión Nemesio Antúnez del Ministerio de Obras Públicas (MOP) y se adjudicó el segundo lugar del proyecto que hace unos días inauguró la obra Todos los destinos. El primer premio recayó, en ese tiempo, en manos del chileno Patrick Steeger y su obra Legoport, la famosa obra con maletas.
El motivo de su construcción, pese a obtener el segundo lugar, fue la oferta de reemplazar el mural Verbo América de Roberto Matta que fue trasladado a la estación de metro Quinta normal.
Hoy luego de un arduo trabajo que costó $250 millones de pesos, la instalación de la colombiana emerge de la tierra con 14 metros de altura y 30 de diámetro. Son 42 aviones, vuelan en torno a una circunferencia que les une y los destina. Los colores que en la noche se iluminan, simulan el movimiento que retorna siempre al mismo lugar.