Se llama Museu do Amanhã (Museo del Mañana), es un edificio sostenible en el puerto olvidado de Mauá, que tiene en recuperación un área degradada para los Juegos Olímpicos 2016 en Río de Janeiro, Brasil.
Santiago Calatrava es su alma mater y arquitecto. Un proyecto sostenible, inspirado en jardines botánicos y otros, tiene 5 millones de metros cuadrados, 9.200 metros cuadrados de espejos de agua y, gracias a un pensado sistema de refrigeración, el agua es procesada y devuelta más limpia al mar. Además, el agua de la lluvia es aprovechada para regar los 6.000 metros cuadrados de jardines que bordean el museo. La inversión alcanzó los 80 millones de euros. Es una estructura de acero móvil, sigue la posición del sol y su forma longitudinal tiene 388 metros de punta a punta.
Pese a sus delicadas terminaciones y su apariencia de “flor” del puerto, toda esa magna construcción está construida por 55.000 toneladas de concreto y 4.300 toneladas de estructuras metálicas.
El encargado de inaugurar las salas de este centro de experiencia sensorial e interactiva, con exposiciones será el artista Vik Muniz con una instalación audiovisual, denominada «Perimetral».
