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En el marco de la XVII Bienal de Cuenca The Game, la curadora Marisa Caichiolo, presentó Airtraff, una intervención artística inédita en el aeropuerto Mariscal La Mar.

La propuesta, construida desde una mirada crítica y profundamente contemporánea, articula pintura, performance, y tecnología, situando al público dentro de un juego de tensiones donde lo visible e invisible del tráfico aéreo se hace presente.

Caichiolo seleccionó a tres artistas para dar forma a esta aerolínea ficticia:

  • Angie Bonino (Perú), con una intervención de gran escala en el espacio público y una notable gigantografía instalada directamente en un avión en la pista.
  • Carlos Martiel (Cuba), quien aborda el uso del cuerpo como territorio político mediante performance.
  • Olmedo Alvarado (Cuenca, Ecuador), con pintura de gran formato, obra instalada, pieza conceptual y video creados específicamente para este proyecto.

La curadora explica que la selección responde a un interés por articular lenguajes disímiles —tecnología, cuerpo, pintura, performance— para abordar el concepto de control: “estamos trabajando en la idea de control aéreo, pero también de tráfico humano, tráfico de órganos, tráfico de armas, tráfico de animales; el tráfico en general”, señala.

El proyecto se desarrolla en el Aeropuerto Mariscal Lamar de Cuenca, un espacio que simboliza la frontera y el cruce de historias ocultas. La creación de una aerolínea ficticia llamada “AIRTRAFF” transforma este espacio en un escenario performático y expositivo donde las reglas del juego invitan a la participación activa del público y de los actores del aeropuerto.

El juego funciona como metáfora de las dinámicas del tráfico ilegal, la vigilancia, y las relaciones de poder que operan en la clandestinidad del sistema global de transporte aéreo. La presencia del avión sin uso en el exterior del aeropuerto refuerza la idea de lo invisible que se vuelve visible a través del arte y la participación.

AIRTRAFF es una propuesta artística y social que busca desvelar las irregularidades, las violencias y las invisibilidades que rodean el tráfico de personas, mercancías y capitales en el contexto de la aviación y el transporte aéreo. A través de un juego ficticio de aerolínea, este proyecto invita a reflexionar sobre los sistemas de vigilancia, las lógicas de poder y las redes invisibles que operan en los espacios de tránsito global.

La recepción del público superó todas las expectativas: cientos de personas acudieron a vivir esta intervención que convierte el aeropuerto en un territorio de reflexión sobre problemáticas urgentes, contemporáneas y muchas veces invisibilizadas. Airtraff evidencia el potencial del arte para activar conversaciones necesarias, poniendo al espectador dentro del propio “juego” que propone la Bienal de Cuenca 2025.