El artista tucumano expondrá por primera vez una muestra de tales proporciones en un museo. Una pieza de Escultura, instalación y de escritura ilegible conviven en la Sala de Proyectos Especiales del Museo de Arte Moderno. Curada por Laura Hakel, quien ve en la exposición una mezcla cargada de simbolismo entre ¨objetos, materiales y métodos constructivos vinculados a oficios manuales y a la producción en pequeña escala del hábitat y del alimento.”.
Patricia, una escultura que representa una diosa-horno de adobe, le da el nombre a la exposición. En ella Chaile relaciona la madre con la cultura candelaria de Tucumán y el horno de barro para hacer pan. Elementos vinculados a la fertilidad. La instalación Los jóvenes olvidaron sus canciones, al fondo de la sala, crea en los materiales la pregunta sobre la precariedad de los materiales frente a la necesidad habitacional. La última obra, Forma y Razón, representa la transmisión del saber de los oficios,un conocimiento que se transmite a través de la práctica. Para Gabriel Chaile se trata de un código que sólo comparte la comunidad de trabajo: ”tiene que ver con construir un código interno pero también con la imposibilidad de que el otro participe de ese código, con dejarlo afuera.»
En síntesisel artista señala: ”Las piezas de esta exposición tienen elementos primitivos o evocan situaciones austeras y muy simples al mismo tiempo, como una amalgama de diversas fuentes que devinieron en una sola forma.” Y continúa: “Intento que las obras visualmente generen una imagen que sólo se pueda decodificar a través de lo que vemos, no tanto de los que sabemos o podemos leer. Es un guiño para entrar desde otro lugar más lejano a la información enciclopédica, que el espectador apele a su propia enciclopedia empírica. En ese sentido, pensé las obras de la exposición como silenciosas. No me opongo a lo racional pero me interesa poner en pausa la forma en la que la razón te hace acercarte a las cosas, esa batalla ganada de la razón.”