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EntrevistaPortada

La cruel inocencia del arte pop en la obra de Víctor Castillo

By 4 de enero de 2017septiembre 12th, 2024No Comments

¿Ilustración? ¿Comic? ¿Animación? Estos referentes visuales caben dentro del provocador estilo del artista visual Víctor Castillo, quien usando un lenguaje más bien narrativo, basa sus animaciones en tiras infantiles clásicas.

Su singular y llamativa propuesta estética no da lugar a la indiferencia, ésta se expresa y nutre de los aparentemente inocentes personajes de sus cuadros, qpecieuienes embutidos en una es de máscara deambulan por paisajes y ambientes oníricos, siniestros. Su mensaje es claro,  directo, y parece abordar temas políticos, sociales y hasta morales, dejando abierto el debate en torno a la naturaleza humana.

Víctor Castillo

Employee of the Month, 2012, acrílico sobre tela

La híbrida expresión de la obra visual de Víctor Castillo, está imbuida del llamado lowbrow; un movimiento artístico underground que surge en California a finales de la década de los 70. Esta contracultura popular se alimenta del comic, anime, tattoo, kitsch, grafiti, arte religioso, animación, ilustración, ciencia ficción, surrealismo, entre muchos otros más.

Año de exposiciones

Sarcasmo, picardía y humor son características notables de este arte anclado –principalmente– en Los Ángeles, Estados Unidos, ciudad y país donde habita actualmente Víctor Castillo, y donde estuvo participando en una serie de exposiciones colectivas para celebrar 10 años de la revista de arte Hi- Fructose en el Museo de Arte Moderno de Virginia (USA), y de la taquillera galería de Los Ángeles, Corey Helford.

Su última exposición individual, Born in ´73, se realizó principios del 2016 en la galería de arte Merry Karnowsky, Los Ángeles, Estados Unidos, y se basó en el contexto político que experimentó en su infancia. “Este trabajo es una excusa para abordar temas actuales que también nacen aquel año y que hoy parecen dominar el contexto económico y social, tanto en Chile como en el mundo. Este proyecto nace desde la experiencia personal, de haber vivido la dictadura cívico militar chilena”, explica el artista.

El ajetreado año de Víctor Castillo finalizó con su participación en la Feria Internacional de Estambul (Contemporary Istanbul, CI), ciudad donde también pintó un mural; y en la feria Chile Arte Contemporáneo (Ch.ACo), donde exhibió parte de su nuevo trabajo, una serie de pinturas de gran formato. Esta vez con un tratamiento plástico distinto, dando énfasis a composiciones más luminosas y colores más brillantes.

Víctor Castillo

Auch, 2016, acrílico sobre tela

“El hombre se come al hombre, es la constante advertencia predatoria detrás de mi trabajo”.

En sus palabras…

La propuesta estética de tus cuadros ¿cuándo y cómo surge?

Es un proceso de varios años que comenzó en Chile, se fortaleció en Barcelona y continúa actualmente en Los Angeles, California.

Hay un momento en Chile en el que ya cansado de no encajar en el molde académico, tomé distancia de las escuelas de arte. Fue por ese entonces que descubrí el lowbrow, una tendencia que nació en California y que se inspira en las llamadas “baja culturas”. Me identifiqué de inmediato. Desde entonces me declaro independiente. He trabajado con mucha libertad, profundizando en este universo propio. Adopté el humor tragicómico, la ironía, el relato constante de pequeñas historias, citas a la cultura pop, sobre todo de películas y música, y la crítica velada detrás de imágenes de fábula que aparentan ser inocentes.

En tu narrativa visual pareciera existir cierta tensión, un antagonismo que nos pone en alerta ¿Cuál es el llamado detrás de este lenguaje?

“El hombre se come al hombre”, es la constante advertencia predatoria detrás de mi trabajo. Es la imagen amarga que veo en todas partes y que trato de abordar con ironía en mi pintura, porque no pretendo dramatizar.

La estrategia visual comienza con esta tensión entre la seducción de una imagen llamativa, que aparenta ser inocente y la crudeza de la crítica, que se desprende luego en una segunda mirada. Aparece la crueldad, la inconsciencia, la avaricia, el egoísmo, el fanatismo religioso, la rebeldía, o desacato frente a los poderes fácticos. El resultado es un retrato tragicómico del contexto contemporáneo.

Víctor Castillo

That Terrible Beauty, 2015, acrílico sobre tela.

Has dicho que tu firma como artista son las narices rojas de los personajes que pintas. Entonces surge la pregunta, ¿Por qué las narices son rojas? ¿Por qué son salchichas?

Las narices de salchicha nacen en un principio de la idea de la mentira y del personaje del cuento, Pinocho. Una ironía amarga si piensas que nací el año 1973. Está la idea de que todos mienten, de que todo es mentira.

Pero también el rojo de las narices alude a los payasos. Una broma cruel. Sin embargo, siempre hay lecturas maravillosas de mi trabajo que se me escapan, que no las veo, porque trabajo desde la intuición. Yo diría que pinto como un músico.

En otras entrevistas te has referido y empatizado con la visión de Noan Chomsky. También has mencionado la “ceguera” en la que vivimos, has hablado sobre el bien y el mal. De hecho se ha dicho que tu arte expresa brutalmente estas polaridades humanas. ¿Cómo se vive esto en Los Ángeles?

La brutalidad de las contradicciones en Estados Unidos es a la escala de un imperio en decadencia. Fascinante y espantoso al mismo tiempo. Los Ángeles es una mega ciudad, construida para autos prácticamente en el desierto, donde no se camina. Vivo en un cerro, con vista a la ciudad y puedo ver trenes pasando, carreteras masivas que nunca están vacías, aviones girando para aterrizar cada minuto. Es un consumo de energía brutal que en su mayoría es fósil. Y bueno, mucho más. Es la imagen perfecta de un sistema insostenible. Es prácticamente un espejismo. Quizás no es de extrañar que sea la capital mundial del entretenimiento.

Al mismo tiempo a pesar de la superficialidad que caracteriza a esta ciudad, culturalmente puede ser fascinante. Está llena de secretos. Pareciera ser que Los Ángeles, está pasando un momento importante en el arte. Tengo la impresión de que cada día hay más artistas y creadores viviendo aquí. Se nota más movimiento y actividad cultural. Yo diría que incluso está desplazando o compitiendo con Nueva York, como foco de atracción para una escena internacional. Es una ciudad donde todo está pasando.

Víctor Castillo

No more fantasies, 2012, acrílico sobre tela.

Has dicho que la vida en sí es bella, pero que el sistema social es corrupto y perverso, y que el arte puede ayudar a sensibilizar y mejorar nuestras vidas ¿Crees que el arte en Chile está sensibilizando y mejorando nuestras vidas? ¿Qué falta? ¿Cómo podría mejorar?

Es un hecho que la educación pública es un desastre y mientras algo tan básico como esto no mejore, es difícil que Chile se desarrolle culturalmente y que pueda disfrutar masivamente de sus artistas. Se confunde crecimiento con desarrollo. Pareciera ser que Chile va en sentido contrario. Habría que mejorar el acceso y la calidad de la educación. Te aseguro que eso cambiaría la sensibilidad y la calidad de vida de una sociedad segregada intencionalmente.

¿Qué artistas admiras?

Admiro a muchos, como por ejemplo: Raymond Pettibon, Goya, Paul McCarthy, Barry MacGee, John Heartfield, Robert Crumb, Hayao Miyazaki, Suehiro Maruo, Henry Darger, Mark Beyer, Federico Fellini. Ennio Morricone, Mike Patton, John Lennon. Harmony Korine, Banksy, Eric Stanton, Brian Eno, David Lynch, Norton Maza, Guillermo Grez, Tim Burton, Neck Face, Junko Mizuno, y un montón más.

Víctor Castillo

Power to the People, 2015, acrílico sobre tela.

A propósito de artistas ¿Con la ausencia de cuál de ellos la historia del arte y humana no sería la misma?

Bach

Antonin Artaud, dramaturgo, poeta y actor francés, postulaba que el arte debía remecer y transformar al ser humano, provocar un antes y un después de la experiencia creativa. ¿Cuál sería el antes y cuál el después, al ver el arte visual de Victor Castillo?

Ojalá que mis pinturas se entendieran como un espejo.

Retrato