Una invitación a contemplar, así se podrían definir las obras de Lorena Gallego, las que poseen una gran gama de colores, tonalidades y formas, que en complicidad juegan e incitan al espectador a observar y analizar.
En Pixeles las acuarelas componen figuras amorfas que simulan reflejos en el agua. Imágenes abstractas que parecen bailar, que gozan de luminosidad y dinamismo. El espectador se busca en esos reflejos, completando la composición realizada por varios cuadrados pequeños.
Por otro lado, RorschArt, es una invitación a interpretar, a desc
ubrirnos y descubrir a la artista mediante este juego de manchas y colores. De esta manera, quien observa forma un vínculo con la obra, es un deleite visual, y a su vez, es una tentación a interpretar.