Morten Viskum es un artista noruego que cada año se traslada a París en su cumpleaños para realizar –él mismo– una obra en donde se transforma en diferentes personajes. La edición de este año es el controversial candidato presidencial de Estados Unidos, Donald Trump.
Otra vez, Viskum da en el clavo con su elección de autorretrato. El 19 de julio, Trump fue elegido formalmente el candidato presidencial del partido Republicano, y ahora fue elegido como el próximo Presidente de Estados Unidos. Esto significa que el autorretrato de este año es incluso más relevante que cuando Viskum hizo su elección, ni siquiera él pudo anticipar tal desenlace.
Donald Trump nació el 14 de junio de 1946 en Queens, Nueva York. Previo a su campaña política para las presidenciales de este año, ya era ampliamente reconocido por su programa de telerrealidad The Apprentice. Su frase más famosa es “You’re fired!” (“¡Estás despedido!”), la que se ha utilizado en su contra durante las elecciones. Su cabello es también un tema de discusión, así como su comportamiento. Durante los primeros años de escuela, su comportamiento era un problema, por lo que se puede decir que es un hombre con temperamento. Sin embargo, Donald Trump es mucho más que eso: primero, y más importante, es un hombre inimaginablemente acaudalado, muchos edificios de Manhattan llevan su nombre. Como hombre de negocios, sigue los pasos de su padre, Frederick Trump Jr.
Hoy en día, sin embargo, los medios retratan la imagen política y de presidente electo de EE.UU. de Donald Trump, mientras que en un principio pensaron que no tenía ni la más mínima oportunidad de convertirse en el candidato presidencial Republicano, ahora el temor de que pudiese ser el próximo presidente de los Estados Unidos se ha hecho realidad, a pesar de las fuertes e irracionales declaraciones sobre prohibir la entrada al país a los musulmanes, construir una muralla en la frontera con México para que no puedan cruzar mexicanos peligrosos hacia Estados Unidos y por último, pero no menos importante, su terrible visión sobre las mujeres.
Mucha gente se pregunta por qué tantos apoyan a Donald Trump; su comportamiento no se asocia al de un candidato presidencial. Nunca antes se había visto en el mundo que un presidente en ejercicio advirtiera a la gente para votar en contra de un candidato presidencial del partido opositor debido a la persona, como Obama lo hizo en relación a su discurso de apoyo a Hillary Clinton. Además, pocas veces ha ocurrido que políticos elijan votar por el candidato presidencial del partido opositor, como quisieron los políticos republicanos Brent Scowcroft, Richard Armitage and Henry Paulson, según la Corporación de Radiodifusión Noruega (NRK). Esto demuestra lo extremo que es Donald Trump, muchos esperaron que los norteamericanos entraran en razón y se dieran cuenta de la amenaza que este hombre representa para la paz mundial al convertirse en el presidente de los Estados Unidos. Mucha gente, ahora, teme que el mundo se convierta en un lugar frío y peligroso para vivir; pero ser candidato a presidente es una cosa, convertirse en presidente es otra totalmente diferente, y ya hemos visto cambios en su comportamiento, así que solo debemos esperar para ver.
Morten Viskum como Donald Trump
¿Qué es entonces lo que Morten Viskum quiere comunicarnos al entrar en el papel de Donald Trump? En una entrevista con NRK el 30 de septiembre del presente año, un día antes de que abriera la exhibición Self-Portraits en el Museo Húngaro de Arte en Noruega, Viskum dijo que de alguna manera era él, pero solamente cambiando el peinado y las cejas se volvió desagradable. Habiendo dicho esto, el artista expresó su punto de vista respecto a Trump. Hablando de desagradable, Viskum prácticamente no está hablando de la estatua en sí, sino acerca de lo que significa, de lo que evoca tal reacción en él. No es sorpresa, considerando que el protagonista es él mismo, mientras que lo que representa es algo a lo que el mismo artista se opone firmemente.
La Estatua de la Libertad detrás de Donald Trump en la exhibición de Morten Viskum está dañada: el brazo que sostiene la antorcha que guiará el camino hacia la libertad y la democracia está quebrado y en el suelo.
Morten Viskum como Donald Trump viste un traje oscuro, con un prendedor de la bandera de Estados Unidos en la solapa izquierda, zapatos negros, camisa blanca y corbata roja. En su mano derecha sostiene un micrófono y su mano izquierda tiene el pulgar erguido. Este es un atuendo que le hemos visto varias veces a Donald Trump, pero el identificador más potente de su persona es el peinado. En el programa The Tonight Show del 14 de septiembre de este año, el presentador Jimmy Fallon tuvo la oportunidad de despeinar a Trump, probablemente como una ofensiva carismática. Se puede discutir el resultado, pero demuestra que cuando Morten Viskum cambia de peinado, todo será asociado con Donald Trump. El micrófono y el “pulgar hacia arriba” hablan por sí mismos. En la inauguración de la exhibición, una persona que estaba de pie al lado mío comentó que los zapatos eran demasiado grandes, y sí, muchos seguramente piensan que se ha metido en “zapatos demasiado grandes”.
Si vamos más allá en la instalación, vemos que detrás de Trump se encuentra la Estatua de la Libertad, el símbolo más potente de libertad y democracia. Les fue otorgado por los franceses como un símbolo de su amistad mutua con los estadounidenses y se dio a conocer el 28 de octubre de 1886. La antorcha en la mano de la mujer de la estatua debería iluminar el camino de aquellos que aún no experimentan la libertad y la democracia, y las siete puntas en su cabeza simbolizan los siete continentes. En la otra mano sostiene un libro con la fecha en que se firmó la Declaración de la Independencia: 4 de julio de 1776. En un período en que la gente migró hacia los Estados Unidos, muchos de ellos llegaron a Nueva York y, ya que buscaban libertad y un mejor futuro, esta estatua debe haber sido un símbolo potente precisamente por eso: entrar a Nueva York.
Sin embargo, la Estatua de la Libertad detrás de Donald Trump en la exhibición de Morten Viskum está dañada: el brazo que sostiene la antorcha que guiará el camino hacia la libertad y la democracia está quebrado y en el suelo. Esto se puede leer como una fuerte protesta hacia las declaraciones de Trump contra los musulmanes, mexicanos y su visión acerca de las mujeres. Anteriormente, Trump ha sembrado dudas acerca del lugar de nacimiento de Barack Obama, el llamado caso “Birth” (nacimiento) en 2011. Ahora da un giro en 180° y admite que Obama nació en los Estados Unidos, caso que la Casa Blanca documentó en 2011 al presentar su certificado de nacimiento. Qué quería lograr Trump con eso, uno se podría preguntar. Para ser Presidente de los Estados Unidos, por lo menos hay que tener 35 años, ser ciudadano nacido en EE.UU. y haber vivido un mínimo de 14 años en el país. Con algunas de sus fuertes declaraciones racistas, podemos preguntarnos si es porque Obama es el primer presidente negro que Donald Trump ha hecho un revuelo con el tema, en ese caso, es solo otra prueba de su actitud racista. ¿Es ese tipo de persona que desearías que fuera el próximo presidente de los Estados Unidos? Si es así, tiene poco que ver con lo que la Estatua de la Libertad representa simbólicamente, no hay duda de por qué Morten Viskum la dejó dañada. Es una expresión potente de lo que Viskum piensa sobre Donald Trump; lo que Trump más que nadie podría hacer con la luz que muestra el camino a la libertad y la democracia.
Para reforzar aún más su pensamiento, Viskum permite que Trump pise la bandera norteamericana que está tirada en el piso, dividida en dos mitades: los Estados Unidos desintegrados. El tratamiento a la bandera representa una visión enérgica sobre lo que Donald Trump le está haciendo al pueblo estadounidense y, podríamos agregar, lo que el pueblo estadounidense enfrentará con el resto del mundo ahora que fue elegido como el próximo presidente de EE.UU. Él no “Hará América grande otra vez”.