Botes, mar, naturaleza. Escenas en movimiento donde el viento pareciera soplar, donde el mar mece embarcaciones solitarias de madera. Utilizando el óleo Cristi conforma escenas donde su paleta de colores mezclada con la luz hace la diferencia. El agua se vuelve tornasol, el cielo se pareciera mezclarse con el suelo aunque siempre mantengan su delimitación.
La delicadeza en los detalles se aprecia en cada una de sus creaciones. Si uno contempla sus obras detenidamente, se puede sentir la calma del mar, el olor a brisa, una sensación de libertad. Pauline Cristi con sus paisajes invita al espectador a moverse, a mirar, a viajar. Pero por sobre todo, es una invitación a sentir.
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