La obra de Harry Chávez aborda a la cultura latinoamericana desde su historia, desde esa realidad que los antepasados originarios de estas tierras vivían en la cotidianidad a través de los alucinógenos o las diversas formas que tenían para lograr trances, en los cuales los colores, los animales y la realidad se veía de una manera distinta.
La realidad se configura y diagrama dependiendo de nuestros sentidos, cuando estos se trastocan ¿qué nos queda? Aquella pregunta, junto a todos los cuestionamientos sin respuesta del ser humano, era respondida e interpretada –originariamente– a través de estas formas que, ahora, Harry nos presenta en sus mosaicos. A continuación, una breve explicación del artista sobre su forma de crear.
¿Cómo realizas tus obras?
Son diseños que luego llevo a una técnica que he desarrollado, semejante al mosaico, con cuentas de acrílico, vidrio y metal, cuyo resultado son obras de gran formato que son la encarnación de estos seres en este plano.
Harry Chávez
¿Cómo llegaste a esta forma de crear?
Liberándome de la forma tradicional de hacer arte, experimentando y haciendo caso a mi propia sensibilidad. Hay un vínculo muy estrecho con la forma de plasmar el arte de las culturas originarias.
¿A qué se debe la intensidad del color?
El color intenso es común en el arte popular, es la expresión de la vitalidad del conocimiento originario de las culturas nativas. Esa intensidad describe la energía en el campo sutil, la fuerza del color que aparece en las visiones de un viaje interior, así como el ánimo de celebración tan característico de la gente de mi tierra.
¿Cuánto demoras en realizar cada una?
Estos diseños pueden tomar días y el trabajo en mosaico de cuentas, de estos diseños, me toma de 3 a 6 meses.
¿Cómo te gustaría que fuese la relación entre el espectador y tu obra?
Libre.
Maya, US$ 298
¿Qué puede ver el público en esta venta?
Estos seres son parte de una serie llamada Ukhu Pacha, guardianes del inframundo. Ukhu Pacha en cosmovisión andina, refiere a la dimensión de adentro, de la potencia, de lo oscuro, la semilla que guarda la tierra en su interior. Son energías primigenias, primordiales, básicas que recuerdan divinidades de alguna cultura ancestral, perdida, de la que todos hemos sido parte. Es la medicina tradicional de mi tierra hecha totem, el ayahuasca representada como serpiente, planta maestra que opera en lo más profundo de tu ser para visibilizar lo oscuro. Esa es su fuerza.
Son 12 seres, un número cabalístico que representa la totalidad de un ciclo. Los 12 signos zodiacales son un ejemplo. Y un contrapunto a esta energía, «Amauta», que es la integración de los atributos que se le ha dado en las más importantes culturas milenarias al hombre/mujer de conocimiento, sacerdote, chamán o curandero.
¿Cómo ves la oportunidad de usar nuestra plataforma virtual para dar a conocer tu obra?
Una gran posibilidad de expandir nuestra cultura.