El parlamento alemán aprobó este 8 de julio la Ley de Protección de Propiedad Cultural, una ley que intentará combatir el tráfico ilegal de antigüedades y tesoros del país germano que hayan sido robados. La legislación ha llamado la atención de los comerciantes de arte, debido a las restricciones a la exportación e importación de obras de arte.
La moción ha generado que diversos coleccionistas privados movieran sus obras a países extranjeros lejanos a Alemania, por el temor de las posibles consecuencias que la ley podría presentarle a la integridad de sus colecciones. Casi 50,000 alemanes firmaron una petición que evitara la promulgación de esta ley.
La Ley de Protección de Propiedad Cultural establece que cualquier bien cultural que, según el tipo, supere un cierto valor y antigüedad, puede solo ser exportado previo permiso de las autoridades representantes de cada uno de los 16 estados alemanes. Las piezas arqueológicas que sean puestas a la venta deben estar acompañadas por una licencia de exportación proveniente del país de origen, medida que fue abolida a último segundo.
“El éxodo ya comenzó, el daño ya es enorme y no podrá ser reparado”; esas fueron las declaraciones que 11 directores de museos alemanes, tales como Christian von Holst, del Staatsgalerie Stuttgart y Herwig Guratzsch, ex director del Museo de Bellas Artes de Leipzig, hicieron llegar al parlamento a por medio de una carta abierta.
Por su parte, la ministra de Cultura de Alemania, Monika Grütters, aseguró que es una responsabilidad ineludible de la nación hacerse responsable del legado cultural del país. Sobretodo teniendo en cuenta el conflicto que se está dando en zonas como Iraq y Siria.