Sergio Larraín es considerado por muchos como uno de los fotógrafos más talentosos que ha nacido en Chile. Su trabajo, en blanco y negro, alcanzó fama mundial al retratar situaciones alrededor del mundo. La calidad de su obra, enmarcada en una época donde la fotografía digital aún no se masificaba, le llevó en 1961 a ser el primer latinoamericano contratado por la prestigiosa agencia Magnum.
Larraín tenía un sobrino, Sebastián “Tati” Donoso, quien admiraba a su tío y quería seguirle los pasos como fotógrafo. Entre ellos existió una relación estrecha, que a veces se desarrollaba a través de la correspondencia entre ambos.
A continuación extractos de una carta que el fotógrafo de Magnum le envió a su sobrino, en donde le aconsejaba cómo desarrollarse en el oficio:
Tati: Lo primero que todo es tener una máquina que a uno le guste, la que más le guste a uno. Porque se trata de estar contento, con el cuerpo, con lo que uno tiene en las manos.
El instrumento es clave, para el que hace un oficio. Y que sea el mínimo, lo indispensable y nada más. (Una máquina que es buena, es una Pentax, con un macro 1:1. Panchito tiene una, creo, vela).
Segundo, tener una ampliadora a su gusto, la más rica y simple posible, en 35mm, la más chica que fabrica Leitz es la mejor. Te dura para toda la vida. (Leitz tiene una oficina en Santiago o se puede importar).Luego, es partir a la aventura, como un velero, soltar velas, ir a Valparaíso, o a Chiloé, o por las calles, todo el día, vagar y vagar, por partes desconocidas, y sentarse cuando uno está cansado debajo de un árbol, comprar un plátano o unos panes— Y así, tomar un tren, ir a una parte que a uno le tinque y mirar. Dibujar también, y mirar, salirse del mundo conocido, entrar en lo que nunca has visto, dejarse llevar por el gusto, mucho ir a una parte y a otra, por donde te vaya tincando…. De a poco vas encontrando cosas. Y te van viniendo imágenes, como apariciones, las tomas…
Sigue lo que es tu gusto y nada más, no le creas más que a tu gusto, tú eres la vida y la vida es la que escoge, lo que no te guste a ti, no lo veas, no sirve. Tú eres el único criterio, pero ve lo de todos los demás.
Vas aprendiendo…