«Cerré los ojos para poder ver»
Paul Gauguin
Los campos del postimpresionismo se ven verdes, así como decía Gauguin, tan verdes como se puede. Los paisajes y las escenas están pobladas de una mirada intensa, provocadora y nostálgica. Así, en parte, se comienza a recordar el legado del pintor francés Paul Gauguin, quien cumpliría el día de hoy 168 años de vida.
Hace 113 años dejó el mundo con una carrera profesional dedicada al arte que pasó sin penas ni glorias mientras él estuvo vivo. Tuvo que ocurrir el infortunio de su partida y una serie de cambios más en el arte, para que críticos y aficionados encontraran en sus trabajos una destacada faceta renovadora de la cultura, que llevaba el mero color y agudeza del expresionismo un paso más allá.
Fue parisino y postimpresionista, cambió su técnica varias veces durante su vida haciendo caso a su proceso evolutivo y la forma en que le influenciaron sus diferentes viajes y los tópicos que llamaban su atención en cada uno de ellos. Pasó por un trabajo simbólico que hoy la crítica interpreta influenció a artistas tan reconocidos como Picasso. De aquí que extraemos la atracción íntima que entabló con el uso de color.
« El color, que, como la música, es una cuestión de vibraciones, llega a lo más general, y por lo tanto más indefinible por naturaleza: su poder interior. »
El poder del color y la energía que deposita, según la paleta utilizada en el espacio, una vibración descriptiva. Con él trabajó el simbolismo como pintor, escritor y escultor de grabados y cerámica. Su afición por el impresionismo traspasó fronteras y sus olas de creaciones fueron mutando hacia el postimpresionismo con naturalidad y elegancia al mismo tiempo.
Luego empatizó con los aspectos indígenas, relacionando la vida rural, el paisaje y la vida de los antepasados. La expresividad en ellos se volvió una fuerza autónoma y esa agudeza que proyectaba la nostalgia por lo primitivo cargaron su trabajo de un contenido afectivo de empatía con la identidad cultural. Así, se separó del naturalismo y practicó el primitivismo a través del arte indígena.
Siempre dueño de una expresividad dominantemente cromática, rechazó la perspectiva y desafió la perspectiva, pasándola por alto, para legar después de fallecido, una trayectoria pictórica que lo enaltece y conserva dentro de las grandes figuras del arte.
¿Sabías que?
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Paul Gauguin además de ser pintor, tuvo su período de coleccionista y fue acreedor de obras de Manet, Cézanne, Monet y Pissarro.
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Tuvo una amistad con Vincent Van Gogh, de la que casi surgió una dupla de trabajp. Sin embargo, el pintor holandés, por falta de comprensión entre ellos, llegó a intentar matarlo.
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Su obra maestra es la alegoría, que es así su testamento pictórico, ¿De dónde venimos, qué somos, dónde vamos? (1897, Museo de Bellas Artes, Boston, Estados Unidos), pintado inmediatamente antes de su intento de suicidio.