Paula Swinburn | “Mi pintura no está terminada hasta que interactúa con el espectador”

Desde su interior y para el mundo, la pintura de logra contener pequeños y perfectos universos en los que el color, el movimiento y el volumen se combinan hasta lograr una pieza llena de armonía y equilibrio.

“Es mi oxígeno, mi alimento, es lo que necesito realizar para ser feliz, es mi esencia en acción, mi canal de comunicación, es lo que soy”, afirma Paula Swinburn cuando se le pregunta acerca de lo que es la pintura para ella y cómo influye en su vida cotidiana. “Es intensa y auténtica experiencia. Es lo que necesito manifestar en profundidad”, agrega.

Y es que su fascinación con el arte surge desde temprano, antes incluso de tomar clases con la artista visual Teresa Gacitúa, quien le enseñó a observar no sólo a través del mirar, sino que por medio del percibir, de ver el espacio entre cada objeto, los colores de cada color, en sombra y en luz, a ver la atmósfera como es en realidad. Sin embargo, Teresa Gacitúa no ha sido su única maestra, además de su Licenciatura en Artes Plásticas en la Universidad de Chile, Paula Swinburn estudió escultura al alero de Francisco Gacitúa, quien le enseñó a expresar a través del volumen lo que captaba al escuchar o leer una poesía, al oír una pieza musical o ver una coreografía, a transmitir esa experiencia a través del volumen. “Me enseñó a trabajar desde las entrañas, manejando las tensiones, los ritmos, los volúmenes, con mucha conexión y decisión”, cuenta la artista.

©Paula Swinburn
©Paula Swinburn

A través de la fotografía en tanto, el propio Luis Poirot le enseñó a captar la poesía del instante. En la velocidad de cada clic, la artista aprendió a cultivar la rapidez del ojo, a percibir de forma inmediata lo que estaba sucediendo frente a sus ojos, logrando contener y conjugar las luces, las sombras, líneas y formas, la composición con su mágica atmósfera.

Pese a las distintas influencias y aprendizajes, la artista transmite una vibra incapaz de ser enseñada, una sintonía tan propia que hace de su trabajo algo reconocible no solo en su forma, sino también en la experiencia que logra transmitir. “Mi trabajo consiste en expresar mi mundo interno, en borrar toda distancia del viaje desde el interior al papel, quedando no sólo la obra, sino también la experiencia. Mis pinturas son pequeñas ventanas de conciencia, formas llenas de contenido que sólo se ven en el interior del alma”, confiesa Paula Swinburn, quien pese a explicar lo personal que es su trabajo, afirma que éste “no está completamente terminado sino hasta que interactúa con el espectador”, al cual interpela, provoca e invita a un espacio fuera de lógica, donde lo que percibe resuena en su interior, y lo lleva a conectar con su emoción y su mundo.

Movimiento, volumen y color

©Paula Swinburn
©Paula Swinburn

El trabajo de Paula Swinburn transita y habita en lo abstracto, ya que esta es la forma en la que mejor logra expresar aquel mundo interior que devora su mundo creativo y que resuelve, espontáneamente y en el momento indicado, los desafíos plásticos de cada una de sus obras. “Mi pintura nace desde un espacio interno del vacío, luego de una pequeña meditación o conexión me lanzo a la experiencia de pintar, es como respirar, va sucediendo a medida que estoy viviendo la experiencia con los colores y el fluir espontáneo del material”, reflexiona la artista.

En cuanto al gesto pictórico que Paula Swinburn ha desarrollado se destaca la armonía, precisión y equilibrio con el que trabaja en cada una de sus obras, creando pequeños universos en los que compacta una vorágine de sentimientos. “Mi gesto pictórico tiene que ver con la necesidad de vivir la pintura de una manera corporal, emocional y mental a la vez. Es la necesidad de mi esencia, es mi forma de ser, y de darle vida a la obra”, reflexiona.

No obstante, no es sólo este gesto lo que toma protagonismo en la obra de Paula Swinburn: “Elijo los colores, la mayoría de las veces, de acuerdo a mi necesidad. Conecto con cada color y veo cuáles, en ese momento, podrían dialogar mejor para expresar lo que deseo transmitir. Preparo los colores y me lanzo a la experiencia”, explica la artista. Además, el movimiento y el dar una sensación de volumen a su obra, es fundamental para Swinburn, como si necesitara salir del papel o la tela, liberarse del soporte para ingresar paulatinamente en la tridimensionalidad. Así como en el universo, todo lo que sucede en el micro y en el macro cosmos tiene que ver también con el movimiento, como una gran danza creativa en su pintura, todo ese movimiento puja por salir, por manifestarse y darse a conocer.

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