Nueva York 2016. En abril es destino impostergable e inmediato y la demanda inclemente del tiempo para mostrar el resultado del trabajo que ha mantenido ocupada a la artista chilena Macarena Vicuña y a algunas de sus alumnas y seguidoras de su práctica plástica, en ArtExpo New York (14 al 17 de abril), quienes serán representadas por la Galeria Espacio Siena.
Su trabajo siempre ha tenido como base la figura de la mujer y su femineidad. La manera en que trabaja envolviendo y sumiendo los cuerpos en gruesos y delgados trazos sobre el lienzo, le da profundidad, contundencia y forma un discurso prolífico que ha paseado por diferentes escenarios a lo largo de su carrera, consiguiendo a través del color, la textura del material y la mancha, una obra íntima, de coherente intensidad que flirtea directamente con un espectador afectivo, consciente y vulnerable al efecto del dibujo, las veladuras y la pintura en su esplendor.
La conversación fluye hacia los nuevos desafíos. Esos que la sitúan en una posición expectante y al tiempo activa, que busca nuevos espacios donde exhibir, nuevas miradas y culturas a las que presentarse que nutran su obra de experiencia y también, la desborden a ella de nuevas miradas e ideas refrescantes.
¿Hacia dónde tiende tu obra en estos tiempos y por qué? ¿Hacia la figura humana, lo abstracto o lo geográfico?
A la figura humana, la mujer como protagonista. Estoy en un proceso de maduración de la obra. Busco distintas alternativas para el marco de la figura. Trabajo con escorzos de mujeres, por su carácter y abstracción, que invita al espectador a tener otra visión, una a la que no está acostumbrado.
Me gusta que la expresión gráfica del dibujo interactúe con la abstracción de la mancha, no hay límite entre figura y fondo. Mi dibujo ha ido evolucionando de lo realista a lo abstracto.
¿Qué relatos esconden las manchas de color, su grosor y espesor y cómo llegas a ellas?
Las obras son reflejo de la historia personal de cada artista. Para mí, las veladuras, la mancha y el dibujo, representan el cuerpo y sus vestigios: la humanidad expresada a través de la existencia, indicándonos que la vida también se constituye por aquellos instantes. Compartidos o individuales, decisivos y vitales, todos permanecen en la conciencia y donde la realidad temporal, esto es, el ahora, es un tiempo presente que se hace permanente en nuestra vida. Mi relato procura la integración de los elementos plásticos e icónicos de lo representado, para conseguir una suerte de abstracción – figuración.
Cómo transcurre el proceso de capas en una obra, cuánto tiempo demora y si ello supone hacer varias obras en paralelo o una sola a la vez…
Trabajo con varias telas a la vez, por el proceso y observación que requiere cada obra.
A partir de la superposición de los elementos compositivos y de las capas de veladuras, la mancha pastosa y la línea a carboncillo discontinua que sugiere una pose, mi trabajo va a adquiriendo forma en la medida en que todo se va integrando.
¿Qué relación establece, en tu obra, el vínculo y cruce entre el azul y los tonos pálidos o crema?
En mis obras predominan los colores neutros, lo fundamental es el manejo de trasparencias. Dibujo y manchas tensionan la sutileza de la pintura, por eso mezclo los beige, grises y variedad de titanium, como base, con los prusia, turquesas y verdes en algunos casos, tierras, naranjas y rojos, en otros, en general prefiero las gamas monocromas, no compiten con el trabajo descrito anteriormente.
En estos años de experiencia, y aún más, de tus talleres, ¿has extraído una enseñanza que guardes y haya marcado tu trabajo con especial ahínco?
El hacer clases es un trabajo que me enriquece y realiza plenamente, estoy conectada constantemente a la creatividad de diversas artistas, exige una entrega total, de conocimientos pictóricos, humanos, de relación, estar actual en el mundo artístico y saber descubrir el potencial de cada alumna. Esto me ha marcado claramente hacia el marco humano y a tener un ojo más crítico de mi obra.
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