París, 2016. Hasta hoy el poderío de Facebook sobre las publicaciones se mantenía infranqueable. La publicación de desnudos era censura indiscutida. Era hasta que la corte Parisina decidiera aceptar la demanda de uno de sus usuarios, quien publicó la obra «El origen del mundo» de Gustave Courbet, famosa obra del siglo XIX e inmediatamente le eliminaron la cuenta. La pintura de desnudo es reconocida en el mundo entero y muchas performance e intervenciones se han hecho a raíz de ella, haciéndola perdurar por siglos.
Sin lugar a dudas, la demanda aceptada marca un precedente para la red social más grande y con más usuarios del mundo, pues no sólo afecta en Francia donde cuenta con más de 30 millones de usuario, sino de las políticas y normativas que rigen la página en todo el globo.
La reconocida obra exhibe los órganos genitales de una mujer y representa el punto de germinación de la vida, la forma en que el pintor realista francés vio de dónde todo provenía y lo exhibió sin tapujos para exhibir un mensaje directo, crudo e interpelante.
Quiere su cuenta de vuelta y 20.000 euros. Eso es todo para el demandante que exige compensación. Facebook, por su parte, arguye que ninguna demanda podrá ser escuchada sólo en la corte de California donde está situada su sede central y cuyo poder sería el único que podría intervenir en casos como estos. Explica demás que la ley francesa de derechos de consumidor no aplica para una red global en la que además se ofrecen servicios gratuitos.
«Es una gran satisfacción y una gran victoria después de cinco años de acción legal, todos los gigantes de la web que ahora tendrán que responder por sus posibles faltas en las cortes francesas», dijo a The Associated Press el abogado Stephane Cottineau, representando al usuario.
El caso es ambiguo y reciente y opone dos jurisdicciones que se tranzarán en una disputa que podría acabar poniendo en regla al gigante norteamericano o evidenciar, que su poder y facultad es aún de suma hegemonía.